sábado, 21 de septiembre de 2013

Resumen de la Declaración de Rio+20

Resumen de la Declaración de Rio+20

27 junio 2012

El futuro que queremos



I.   Nuestra visión común.


Los Jefes de Estado y de Gobierno y los representantes de alto nivel, habiéndose reunido en Río de Janeiro (Brasil) entre el 20 y el 22 de junio de 2012, con la plena participación de la sociedad civil, renovaron su compromiso a favor del desarrollo sostenible y de la promoción de un futuro económico, social y ambientalmente sostenible para nuestro planeta y para las generaciones presentes y futuras.

Se reconoció que la erradicación de la pobreza, la modificación de las modalidades insostenibles y la promoción de modalidades sostenibles de producción y consumo, la protección y ordenación de la base de recursos naturales del desarrollo económico, social y humano, la promoción de un crecimiento sostenido, inclusivo y equitativo, la protección del medio ambiente, el respeto a los derechos humanos y el fortalecimiento de la cooperación internacional son objetivos y requisitos generales del desarrollo sostenible.

II.   Renovación del compromiso político.

Reafirmando los principios de Río y los planes de acción anteriores, se buscó revitalizar la voluntad política y elevar el nivel de compromiso internacional para hacer avanzar la agenda de desarrollo sostenible, resolviendo adoptar medidas concretas que aceleren la puesta en práctica de los compromisos con importantes objetivos acordados internacionalmente en materia económica, social y ambiental desde 1992.

Se reconoció que en los 20 años trascurridos desde la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de 1992 los avances han sido desiguales e insuficientes, incluso en lo que respecta al desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza. A pesar de los ejemplos de progreso en materia de desarrollo sostenible en los planos regional, nacional, subnacional y local, se subrayó que sigue siendo necesario un entorno propicio nacional e internacional, así como una cooperación internacional ininterrumpida y reforzada, especialmente en las en las esferas de las finanzas, la deuda, el comercio y la transferencia de tecnología según lo acordado mutuamente, y de la innovación, el espíritu de empresa, la creación de capacidad, la transparencia y la rendición de cuentas.

Asimismo, se reconoció la importancia de que todas las instancias pertinentes encargadas de adoptar decisiones participen en la planificación y la aplicación de políticas de desarrollo sostenible. Se reafirmó el papel fundamental que desempeñan los órganos legislativos y de gobierno a todos los niveles, recalcando también que la participación amplia del público, el acceso a la información y los procesos administrativos y judiciales son esenciales en la adopción del desarrollo sostenible; por lo que destaca la participación activa de los grupos principales como los miembros de la sociedad civil, el sector privado, las comunidades científica y tecnológica, los pueblos indígenas, las mujeres, los agricultores, los jóvenes, los trabajadores y los sindicatos, las organizaciones no gubernamentales y otros interesados en el proceso de toma de decisiones.

III.   La economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza.

Se considero que la economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza es uno de los instrumentos más importantes disponibles para lograr el desarrollo sostenible y que podría ofrecer alternativas en cuanto a formulación de políticas, pero no debería consistir en un conjunto de normas rígidas, por lo que cada país puede elegir un enfoque apropiado de conformidad con los planes, estrategias y modelos e instrumentos en función de sus circunstancias y prioridades nacionales.

Así, la economía verde debe de aumentar la inclusión social, mejorar el bienestar humano y crear oportunidades de empleo y trabajo decente para todos, manteniendo al mismo tiempo el funcionamiento saludable de los ecosistemas de la Tierra. De esa forma, en Río se reconoció que la adopción de medidas urgentes en relación con las modalidades insostenibles de producción y consumo, cuando ocurran, sigue siendo fundamental para ocuparse de la sostenibilidad ambiental y promover la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica y los ecosistemas, la regeneración de los recursos naturales y la promoción de un crecimiento mundial inclusivo y equitativo.

Por ello, se declaró que es necesario que se tomen en cuentan las oportunidades y los desafíos, así como los costos y los beneficios, de las políticas de la economía verde, por lo que se debe de promover el intercambio de conocimientos, la cooperación técnica y la creación de capacidad. Tomando en cuenta la importancia de evaluar todos los factores sociales, ambientales y económicos y alentando su integración en el proceso de adopción de decisiones, la aplicación de una combinación de medidas a nivel nacional y en consonancia con las obligaciones contraídas en virtud de acuerdos internacionales, incluidas medidas reguladoras, voluntarias y de otra índole, podría promover la economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza.

Así, corresponde al sistema de Naciones Unidas, en colaboración con los donantes y las organizaciones internacionales pertinentes, realizar funciones de coordinación e información en lo que respecta a la asignación de apoyo a los países interesados, al conjunto de instrumentos o mejores prácticas para la aplicación de políticas sobre economía verde y a las metodologías que evalúen el funcionamiento de éstos. Asimismo, se reconoció la función de liderazgo de los gobiernos en la formulación de políticas y estrategias, y se invitó a las empresas, industrias, cooperativas, microempresas y alianzas entre el sector público y privado a que contribuyan al desarrollo sostenible.

IV.  Marco institucional para el desarrollo sostenible.

Subrayamos la importancia de fortalecer el marco institucional como medio para el desarrollo sostenible a fin de que responda de forma coherente y eficaz a los desafíos actuales y futuros y reduzca las lagunas en la ejecución de la agenda de desarrollo sostenible. Por ello, éste debería integrar las tres dimensiones del desarrollo sostenible de manera equilibrada y mejorar la aplicación de medidas, entre otras cosas, fortaleciendo la coherencia, la inclusión, la transparencia y la eficacia, coordinando las actividades, evitando la duplicación de esfuerzos, examinando los progresos realizados en la consecución del desarrollo sostenible, y encontrando soluciones comunes para los problemas mundiales relacionados con el desarrollo sostenible.

Así, el marco institucional se basará en un enfoque orientado hacia la obtención de resultados teniendo debidamente en cuenta todas las cuestiones intersectoriales pertinentes con el fin de contribuir a llevar a efecto el desarrollo sostenible y subrayará la importancia de los vínculos entre cuestiones y problemas fundamentales y la necesidad de afrontarlos con un enfoque sistemático en todos los niveles pertinentes.

Se buscó el fortalecimiento de los mecanismos intergubernamentales de desarrollo sostenible, reconociendo la importancia vital de contar con un sistema multilateral eficaz, inclusivo, transparente, reformado y fortalecido a fin de abordar mejor los problemas mundiales urgentes que obstaculizan el desarrollo sostenible, reconociendo la universalidad y el papel central de las Naciones Unidas, así como la importancia de fortalecer la coherencia y coordinación en todos los organismos de éstas.

Se decidió establecer un foro político de alto nivel de carácter intergubernamental y universal que aproveche las experiencias, los recursos y las modalidades de participación inclusiva de la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible, y que posteriormente la reemplace. Éste vigilará la aplicación de los planes de desarrollo sostenible y debería evitar la superposición de tareas entre las estructuras, los órganos y las entidades de una manera eficaz en función de los costos.

Este foro proporcionará liderazgo político, orientación y recomendaciones; mejorará la integración de las tres dimensiones del desarrollo sostenible de manera global e intersectorial en todos los niveles; proporcionará una plataforma dinámica para un diálogo periódico y para la evaluación y elaboración de programas que promuevan el desarrollo sostenible; examinará los progresos realizados en el cumplimiento de los compromisos; mejorará la cooperación y la coordinación de políticas y programas;  y tendrá una agenda específica, dinámica y orientada a la acción que tenga debidamente en cuenta los nuevos problemas relacionados con el desarrollo sostenible.

Se reafirmó la necesidad de fortalecer la gobernanza ambiental internacional en el marco institucional para el desarrollo sostenible, a fin de promover la integración equilibrada de las dimensiones económica, social y ambiental del desarrollo sostenible. Por ello,  los Estados se comprometieron a fortalecer la función del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) como principal autoridad ambiental mundial que establece las actividades mundiales en pro del medio ambiente, y se subrayaron la necesidad de seguir examinando periódicamente el entorno cambiante de la Tierra y sus efectos sobre el bienestar de los seres humanos, acogiendo iniciativas como el proceso de los informes “Perspectivas del Medio Ambiente Mundial”, cuyo objetivo es reunir información y evaluaciones del medio ambiente y fomentar la capacidad nacional y regional para apoyar la adopción de decisiones informadas.

Se reconoció que el desarrollo sostenible debería incorporarse en las actividades de los programas, fondos y organismos especializados de las Naciones Unidas, otras entidades pertinentes como las instituciones financieras internacionales y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Por ello, se reafirmó la importancia de ampliar y fortalecer la participación de los países en desarrollo en los procesos internacionales de adopción de decisiones y establecimiento de normas, tomando nota de las recientes e importantes decisiones adoptadas en relación con la reforma de las estructuras de gobernanza, las cuotas y los derechos de voto de las instituciones de Bretton Woods, que incrementan la influencia y la participación de los países en desarrollo.

Asimismo, se alentó a las autoridades regionales, nacionales, subnacionales y locales a que elaboren estrategias de desarrollo sostenible y las utilicen como principales instrumentos para orientar la adopción de decisiones y las actividades de desarrollo sostenible a todos los niveles, promoviendo el acceso a la información, la participación del público en la adopción de decisiones y el acceso a la justicia en asuntos ambientales.

V.  Marco para la acción y el seguimiento.

Para renovar el compromiso político en favor del desarrollo sostenible, y para abordar los temas de  la economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza y del marco institucional para el desarrollo sostenible, los Estados se comprometieron a afrontar los problemas nuevos y aprovechar las nuevas oportunidades mediante la adopción de las medidas enunciadas en diferentes esferas temáticas y cuestiones intersectoriales.

En materia de erradicación de la pobreza se reconoció que los progresos han sido uniformes y que el número de personas que viven en la pobreza va en aumento, constituyendo las mujeres y los niños la mayoría de los grupos más afectados, especialmente en los países menos adelantados y, en particular, en África. A este respecto, se puso de relieve que las iniciativas nacionales de los países en desarrollo deberían apoyarse en un entorno que contribuya a ampliar las oportunidades de desarrollo de esos países, haciendo frente a las causas profundas y a los desafíos de la pobreza mediante estrategias integradas, coordinadas y coherentes en todos los niveles. Por ello, se reconoció que promover el acceso universal a los servicios sociales puede contribuir de manera importante a la consolidación de los beneficios ya logrados en materia de desarrollo y al logro de otros nuevos.

Se reconoció que la seguridad alimentaria y la nutrición se han convertido en un desafío mundial apremiante, por lo que se reafirmó el compromiso de aumentar la seguridad alimentaria y el acceso de las generaciones actuales y futuras a alimentos suficientes, sanos y nutritivos. De igual forma, se reconoció el papel importante que las comunidades rurales desempeñan en el desarrollo económico de muchos países, pues gran parte de los pobres del mundo habitan estas zonas. Por ello se consideró necesario revitalizar los sectores de la agricultura y el desarrollo rural y aumentar el acceso de los productores agrícolas, las agricultoras, los indígenas y las personas que se encuentran en situaciones vulnerables, a créditos y otros servicios financieros, mercados, regímenes seguros de tenencia de la tierra, atención de la salud, servicios sociales, educación, capacitación, conocimientos, y tecnologías apropiadas y asequibles, en particular para el regadío eficaz, la reutilización del agua residual tratada y la captación y el almacenamiento de agua.

De esta forma, se reafirmó la necesidad de promover una agricultura más sustentable que mejore la seguridad alimentaria, erradique el hambre y sea económicamente viable, conservando a la vez los ecosistemas.  Destacó también la necesidad de abordar las causas fundamentales de la excesiva inestabilidad de los precios de los alimentos, incluidas sus causas estructurales, en todos los niveles, y de gestionar los riesgos derivados del alza de los precios de los productos básicos agrícolas y sus consecuencias para la seguridad alimentaria y la nutrición a nivel mundial, así como para los pequeños agricultores y los pobres de las zonas urbanas.

En lo referente al agua y saneamiento, se reconoció que el agua está estrechamente vinculada a diversos desafíos mundiales por lo que es importante integrar los recursos hídricos y su saneamiento en las tres dimensiones del desarrollo sostenible. Por ello, se reafirmó el compromiso de reducir a la mitad, para el año 2015, el porcentaje de personas que carezcan de acceso al agua potable y al saneamiento básico y de elaborar planes de gestión integrada y aprovechamiento eficiente de los recursos hídricos, asegurando el uso sostenible de esos recursos.  Además, se reafirmó un compromiso relativo al derecho humano al agua potable y el saneamiento, que ha de hacerse efectivo gradualmente respetando la soberanía nacional. Finalmente, se subrayo la necesidad de adoptar medidas para reducir la contaminación del aguay mejorar su calidad y para hacer frente a inundaciones, sequías y escasez de agua, mediante un equilibro entre el suministro y la demanda  y mejoras en el tratamiento de aguas residuales.

En materia de energía, se reconoció que el acceso a servicios energéticos modernos y sostenibles contribuye a erradicar la pobreza, mejorar la salud y satisfacer las necesidades humanas básicas. Por ello, los Estados se comprometieron a facilitar la prestación de apoyo para que obtengan acceso a esos servicios los 1.400 millones de personas de todo el mundo que actualmente no disponen de ellos. Se consideró necesario movilizar recursos financieros suficientes, de manera que en los países en desarrollo se puedan proporcionar servicios de ese tipo que sean fiables, de costo razonable, económicamente viables y social y ambientalmente aceptables. Asimismo, se promovió uso de fuentes de energía renovables y otras tecnologías de bajas emisiones, el uso más eficiente de la energía, la mayor utilización de tecnologías energéticas avanzadas, incluidas tecnologías menos contaminantes de aprovechamiento de los combustibles fósiles, y el uso sostenible de los recursos energéticos tradicionales; reconociendo también que mejorar la eficiencia energética, aumentar la proporción de energía renovable y usar tecnologías menos contaminantes y de alto rendimiento energético son elementos importantes para el desarrollo sostenible, incluso para hacer frente al cambio climático.

Se observó la necesidad de apoyar las actividades de turismo sostenible y la creación de capacidad que permitan crear conciencia ambiental, conservar y proteger el medio ambiente, respetar la diversidad cultural y aumentar el bienestar y mejorar los medios de vida de las comunidades locales apoyando a las economías locales y el medio humano y natural en su conjunto, lo que al tener estrechos vínculos con otros sectores puede crear empleo decente y generar oportunidades comerciales. Por ello, se considera necesario fomentar las inversiones en el turismo sostenible, incluyendo el ecoturismo y el turismo cultural.

Posteriormente, se reconoció que el transporte sostenible puede intensificar el crecimiento económico y mejorar el acceso, mejorando la integración de la economía y a la vez respetando el medio ambiente. Así, la circulación eficiente de personas y mercancías y el acceso a sistemas de transporte ambientalmente racionales, seguros y asequibles son medios para  mejorar la equidad social, la salud, la resiliencia de las ciudades, los vínculos entre las zonas urbanas y las rurales y la productividad de las zonas rurales. Por ello, los Estados apoyaron el desarrollo de sistemas de transporte sostenibles, entre ellos sistemas de transporte multimodal que sean eficientes energéticamente, en particular de transporte público, combustibles y vehículos no contaminantes, así como sistemas de transporte mejorados en las zonas rurales.

También se reconoció la necesidad de aplicar un enfoque holístico del desarrollo urbano y los asentamientos humanos que prevea viviendas e infraestructuras asequibles y priorice la mejora de los barrios marginales y la renovación urbana. Por ello, los Estados se comprometieron a promover un enfoque integrado de la planificación y construcción de ciudades y asentamientos urbanos sostenibles, desarrollando la prestación de servicios sociales y de vivienda inclusivos, condiciones de vida seguras y saludables, transporte y energía asequibles y sostenibles, agua potable y saneamiento, una buena calidad del aire, protección y restablecimiento de espacios urbanos verdes y seguros, u la gestión sostenible de desechos mediante la aplicación del principio de las “3 erres” (reducción, reutilización y reciclado).

En materia de salud y población, se observó la importancia de una cobertura sanitaria universal para fomentar la salud, la cohesión social y el desarrollo humano y económico sostenibles., por lo que los Estados se comprometieron a reforzar los sistemas de salud para proporcionar una cobertura universal equitativa. Para ello, se pidió una mayor cooperación a nivel nacional e internacional para reforzar los sistemas de salud mediante una mayor financiación de la sanidad, la contratación, desarrollo, capacitación y retención del personal sanitario, una mejor distribución y acceso a fármacos, vacunas y tecnologías médicas seguros, asequibles, efectivos y de calidad y una mejor infraestructura de salud.

Asimismo, se buscó la promoción del empleo pleno y productivo, de un trabajo decente para todos y de protección social, mediante la inversión y el desarrollo de infraestructuras sociales y económicas sólidas, efectivas y eficientes y capacidades de producción para lograr el desarrollo sostenible y un crecimiento económico sostenido, inclusivo y equitativo. Con ello, se reconoció que los trabajadores deberían tener acceso a la educación, las capacidades, los cuidados de salud, la seguridad social, los derechos fundamentales en el trabajo, las protecciones sociales y jurídicas, incluida la seguridad y la salud en el trabajo, y oportunidades de trabajo decente.

Se destacó la importancia de la conservación y uso sostenible de los océanos y mares y sus recursos para el desarrollo sostenible, en particular mediante su contribución a la erradicación de la pobreza, el desarrollo económico sostenido, la seguridad alimentaria, la creación de medios de vida sostenibles y trabajo decente, y al mismo tiempo, la protección de la biodiversidad y el medio marino y las medidas para hacer frente a los efectos del cambio climático. Se observó que el aumento del nivel del mar y la erosión costera suponen una seria amenaza para muchas regiones costeras e islas, por lo que se exhortó a la comunidad internacional a que aumente sus esfuerzos por hacer frente a esos problemas. Asimismo, se promovieron medidas para evitar la acidificación y fertilización de los océanos y para restaurar las poblaciones de peces y proteger los ecosistemas marinos.

En lo referente a los pequeños Estados insulares en desarrollo, se reafirmó que los pequeños Estados insulares en desarrollo siguen constituyendo un caso especial para el desarrollo sostenible debido a sus vulnerabilidades únicas y particulares, entre ellas su pequeño tamaño, el alejamiento, la limitada base de recursos y exportaciones y la susceptibilidad a los problemas ambientales mundiales y las conmociones económicas externas, incluyendo una amplia gama de efectos del cambio climático y desastres naturales potencialmente más frecuentes e intensos. Por ello se pide a los Estados a que brinden asistencia a éstos para que puedan hacer frente a los muchos desafíos actuales y emergentes a que se enfrentan para lograr el desarrollo sostenible.

En cuanto a los países menos adelantados, se busca lograr que la mitad de los éstos cumplan los criterios para quedar excluidos de la lista de países menos adelantados para 2020. Por otro lado, se busca construir, mantener y mejorar las instalaciones de transporte y almacenamiento y otros servicios relacionados con el tránsito, incluso para encontrar rutas alternativas, concluir las conexiones que falten y mejorar la infraestructura de comunicaciones y energía a fin de apoyar el desarrollo sostenible de los países menos adelantados sin litoral.

Asimismo, se subrayó que siguen existiendo problemas importantes para lograr el desarrollo sostenible de África, por lo que se exhortó a la comunidad internacional a que aumente su apoyo y cumpla los compromisos para promover medidas en esferas fundamentales para el desarrollo sostenible del continente. Por otro lado, se alentó a que se emprendan medidas regionales coordinadas para promover el desarrollo sostenible.

Posteriormente, se abordó la necesidad de abordar la reducción del riesgo de desastres y el aumento de la resiliencia ante los desastres con un renovado sentido de urgencia en el contexto del desarrollo sostenible, para lo que se invitó a los gobiernos a todos los niveles, así como a las organizaciones subregionales, regionales e internacionales, a que comprometan recursos adecuados, oportunos y predecibles para la reducción del riesgo de desastres a fin de aumentar la resiliencia de las ciudades y las comunidades ante los desastres, según sus propias circunstancias y capacidades. También se reconoció la importancia de los sistemas de alerta temprana como parte de una reducción efectiva del riesgo de desastres para reducir los daños económicos y sociales, incluida la pérdida de vidas humanas, por lo que se alentó a los Estados a que integren esos sistemas en sus estrategias y planes nacionales de reducción del riesgo de desastres.

De la misma forma, se reafirmó que el cambio climático es uno de los mayores problemas de nuestro tiempo. En este sentido, se subrayó que la adaptación al cambio climático representa una prioridad mundial inmediata y urgente. Para ello, es necesaria la cooperación más amplia posible y  la participación de todos para acelerar la reducción de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, así como movilizar financiación para apoyar medidas de mitigación nacionales apropiadas, medidas de adaptación, desarrollo y transferencia de tecnologías y aumento de la capacidad en los países en desarrollo.

Se resaltaron los beneficios sociales, económicos y ambientales que tiene los bosques para las personas, por lo que se apoyaron las políticas intersectoriales e interinstitucionales que promuevan la ordenación sostenible de los bosques. Asimismo, se pidieron mayores esfuerzos para lograr la ordenación sostenible de los bosques, la reforestación, la restauración y la forestación. Por ello, se observó la importancia de iniciativas en curso como la reducción de las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación de los bosques en los países en desarrollo, y el papel de la conservación, la ordenación sostenible de los bosques y el aumento de las reservas forestales de carbono en los países en desarrollo.

También se reconoció la gravedad de la pérdida mundial de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas, reafirmando el valor intrínseco de la diversidad biológica y el papel primordial que desempeña en el mantenimiento de ecosistemas que prestan servicios esenciales, por lo que es importante consolidar la resiliencia de los ecosistemas e incorporar la consideración de los efectos y beneficios socioeconómicos de la conservación y uso sostenible de la biodiversidad y sus componentes, así como los ecosistemas que proporcionan servicios esenciales, en los programas y políticas pertinentes a todos los niveles.

Destacó también que la desertificación, la degradación de la tierra y la sequía son problemas con una dimensión mundial que siguen suponiendo un serio desafío para el desarrollo sostenible de todos los países, en particular los países en desarrollo. Por ello, se consideró necesario tomar medidas coordinadas urgentes a nivel nacional, regional e internacional para vigilar, globalmente, la degradación del suelo y restaurar tierras.
Re reconoció la importancia y la vulnerabilidad de los ecosistemas montañosos, por lo que se invitó a hacer más esfuerzos para conservarlos, incluida su biodiversidad, especialmente mediante la incorporación de políticas específicas para las montañas en las estrategias nacionales de desarrollo sostenible, que podrían incluir, entre otras cosas, planes y programas de reducción de la pobreza en las zonas montañosas, en especial en los países en desarrollo.

Asimismo, se reconoció que una gestión racional de los productos químicos es fundamental para la protección de la salud humana y el medio ambiente. Por ello, se reafirmó el objetivo de conseguir para 2020 una gestión racional de los productos químicos durante todo su período de actividad y de los desechos peligrosos de manera que se minimicen los efectos adversos significativos en la salud humana y el medio ambiente, así como  el compromiso de un enfoque para la gestión racional de los productos químicos y los desechos a todos los niveles que responda de manera efectiva, eficiente, coherente y coordinada a las cuestiones y problemas nuevos y emergentes.

Se subrayó que indispensable lograr cambios fundamentales en la manera en que las sociedades consumen y producen para lograr el desarrollo sostenible mundial. Así, los países reafirman los compromisos realizados para eliminar los subsidios perjudiciales e ineficientes a los combustibles fósiles que alientan a un consumo derrochador y socavan el desarrollo sostenible. Para ello, se adoptó el marco decenal de programas sobre modalidades de consumo y producción sostenibles.

Así como se reconoció el papel de la minería en el desarrollo económico y social, también se reafirmó que las actividades mineras deben aumentar al máximo los beneficios sociales y económicos y abordar de manera efectiva los efectos negativos ambientales y sociales. En este sentido, se subrayó que los gobiernos necesitan una gran capacidad para desarrollar, gestionar y reglamentar sus industrias mineras en interés del desarrollo sostenible.

Los Estados también reafirmaron su compromiso con el derecho a la educación, buscando lograr el acceso universal a la educación primaria, especialmente en los países en desarrollo. Como condiciones esenciales del desarrollo sostenible se encuentran una educación de calidad, la igualdad de acceso a la educación para los pueblos indígenas, las personas con discapacidad, las minorías étnicas, las comunidades locales y las personas que viven en zonas rurales. Para ello es necesario mejorar los sistemas educativos, especialmente a través de una mayor cooperación internacional, la consolidación y fortalecimiento de la infraestructura educativa y el aumento de la inversión en educación.

Finalmente, se reconoció que la persistencia de las desigualdades sociales, económicas y políticas no ha permitido aprovechar plenamente el potencial de las mujeres para colaborar con el desarrollo sostenible, por lo que se apoyó la priorización de medidas para promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres en todas las esferas de nuestras sociedades, incluida la eliminación de las barreras para su participación plena y en pie de igualdad en la toma de decisiones y la gestión a todos los niveles.

Por ello, se consideró necesaria la formulación de objetivos para la puesta en marcha de medidas concretas y coherentes sobre el desarrollo sostenible, basados en el Programa 21 y en el Plan de Aplicación de las Decisiones de Johannesburgo y que respeten todos los Principios de Río y los Objetivos de Desarrollo de Milenio. Éstos deben ajustarse al derecho internacional, basarse en compromisos ya contraídos y estar orientados a la acción. A su vez, éstos deben ser ambiciosos, tener un carácter global y ser universalmente aplicables a todos los países, teniendo en cuenta las diferentes realidades, capacidades y niveles de desarrollo nacionales y respetando las políticas y prioridades nacionales.

VI.  Medios de ejecución.

Los medios de ejecución señalados en anteriores compromisos ya contraídos son indispensables para lograr que los compromisos de desarrollo sostenible se traduzcan de manera plena y efectiva en resultados tangibles de desarrollo sostenible. Asimismo, se reiteró que cada país debe de asumir la responsabilidad de su propio desarrollo económico y social a través de políticas nacionales, recursos internos y estrategias de desarrollo. Sin embargo, países en desarrollo necesitan recursos adicionales para alcanzar el desarrollo sostenible, por lo que es necesaria la movilización de recursos y el uso eficaz de los fondos.

En primer lugar, se exhortó a todos los países a que prioricen el desarrollo sostenible en la asignación de recursos según las prioridades y necesidades nacionales, reconociendo la importancia fundamental de aumentar el apoyo financiero de todas las fuentes para el desarrollo sostenible de todos los países, en particular los países en desarrollo. Por ello, se reconoció la importancia de los mecanismos financieros internacionales, regionales y nacionales para implementar programas de desarrollo sostenible, y se pidió su fortalecimiento e implementación.

Se convino en establecer un proceso intergubernamental bajo los auspicios de la Asamblea General, con el apoyo técnico del sistema de las Naciones Unidas y en consulta amplia y abierta con las instituciones financieras internacionales y regionales pertinentes. El proceso evaluará las necesidades de financiación, tendrá en cuenta la eficacia, la coherencia y las sinergias de los instrumentos y marcos existentes y evaluará las iniciativas adicionales, con miras a preparar un informe en que se propongan opciones sobre una estrategia efectiva de financiación para el desarrollo sostenible a fin de facilitar la movilización de recursos y su aprovechamiento efectivo en la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible. Pondrá en marcha este proceso un comité intergubernamental, integrado por 30 expertos designados por los grupos regionales, con una representación geográfica equitativa, cuya labor concluirá en 2014.

Se buscó mejorar y ampliar la repercusión del AOD en el desarrollo y se reiteró el apoyo a la cooperación Norte-Sur, Sur-Sur y a la cooperación triangular. Se invitó a instituciones financieras internacionales  a que proporcionen recursos financieros  para promover el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza; así como al sector privado a contribuir al crecimiento económico y promover el desarrollo sostenible.  Finalmente, se consideró que los mecanismos de financiación innovadores pueden contribuir positivamente a ayudar a los países en desarrollo a movilizar recursos adicionales para financiar el desarrollo con carácter voluntario.

También se hizo hincapié en la importancia de la transferencia de tecnología a los países en desarrollo, haciendo un llamamiento para promover, facilitar y financiar el acceso a las tecnologías ambientalmente racionales y los conocimientos especializados correspondientes, así como su desarrollo, transferencia y difusión en condiciones favorables, inclusive en condiciones de favor y preferenciales, según arreglos mutuamente convenidos. Ello reconoció la importancia de la inversión extranjera directa, el comercio internacional, la cooperación internacional y el fortalecimiento de la capacidad científica y tecnológica nacional.

Se recalcó la necesidad de crear una mayor capacidad para el desarrollo sostenible y, en este sentido, se pidió el fortalecimiento de la cooperación técnica y científica, incluidas la cooperación Norte-Sur y Sur-Sur y la cooperación triangular. Ello reiteró la importancia de desarrollar los recursos humanos, incluidos la formación, el intercambio de experiencias y conocimientos, la transferencia de conocimientos y la asistencia técnica para la creación de capacidad, lo que implica fortalecer la capacidad institucional, incluidas las capacidades de planificación, gestión y supervisión.

También se reafirmó que el comercio internacional potencia el desarrollo y el crecimiento económico sostenido, por lo que un sistema comercial multilateral universal, reglamentado, abierto, no discriminatorio y equitativo, a través de la liberalización del comercio y la eliminación de subsidios perjudiciales, beneficia a todos los países para que avancen hacia el desarrollo sostenible.
Finalmente, se invita al Secretario General de Naciones Unidas para que recopile los compromisos asumidos voluntariamente en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible y en 2012 y facilite el acceso a otros registros similares en un registro en Internet, proveyendo de información transparente y accesible al público, actualizada periódicamente


Fuente: http://www.cemda.org.mx/06/resumen-de-la-declaracion-de-rio20/
Fecha: Tomado en línea el 21 de septiembre de 2013




PARA SABER MÁS 

https://rio20.un.org/sites/rio20.un.org/files/a-conf.216-l-1_spanish.pdf.pdf

http://www.un.org/es/sustainablefuture/

http://www.un.org/es/sustainablefuture/about.shtml

http://www.azulambientalistas.org/riomas20.html

http://www.oitcinterfor.org/evento/documento-final-conferencia-r%C3%ADo20-conferencia-naciones-unidas-sobre-desarrollo-sustentable

«Declaración de Copenhague»: con vistas a Río+20

«Declaración de Copenhague»: con vistas a Río+20, Europa se compromete en favor de unas ciudades más verdes, integradoras y competitivas

En presencia del presidente del Parlamento Europeo y de la primera ministra danesa, los alcaldes y presidentes regionales de todos los Estados miembros de la UE han aprobado hoy la «Declaración de Copenhague» en favor de unas ciudades más verdes, más integradoras desde el punto de vista social y más competitivas económicamente. Esta Declaración expresa la voluntad política de las ciudades y regiones europeas de hacer del desarrollo urbano sostenible un elemento esencial de la Cumbre Río+20, que tendrá lugar los días 20 a 22 de junio de este año. Las ciudades y regiones también pidieron a la Unión Europea que difundiera sus buenas prácticas, como el Pacto de los Alcaldes y las capitales verdes europeas, a nivel mundial.

En la sesión de clausura de la Cumbre Europea de Regiones y Ciudades, que tuvo lugar en Copenhague los días 22 y 23 de marzo de 2012, la presidenta del Comité de las Regiones (CDR) Mercedes Bresso destacó el principal mensaje de la Cumbre: «El futuro de Europa depende de nuestros pueblos y ciudades. Frente al cambio climático y al consumo excesivo de los recursos naturales, nuestros pueblos y ciudades se encuentran en primera línea para impulsar un desarrollo sostenible. Deberán hacerlo con políticas relativas a la vivienda, la producción de energía renovable, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y del consumo de agua, una mejor gestión de los residuos y un transporte público más limpio. Como componentes esenciales del proceso democrático, las ciudades desempeñan un papel fundamental a la hora de acortar distancias entre la UE y sus ciudadanos. Son la clave para lograr un verdadero "renacimiento" europeo.»

En su intervención en la Cumbre, el presidente del Parlamento Europeo Martin Schulz insistió por su parte en que las ciudades deben ser unos centros de innovación capaces de satisfacer las necesidades básicas de sus ciudadanos: «Las ciudades son unos sistemas de innovación. Están en constante cambio y deben satisfacer las necesidades básicas de los ciudadanos, en particular, vivienda, condiciones de vida, escuelas, agua limpia, hospitales y un transporte seguro y fiable. Esta es la razón por la que un acceso igualitario, abierto y libre a los servicios públicos es la piedra angular del modelo europeo de sociedad. Necesitamos establecer urgentemente un marco europeo para los servicios públicos que cree seguridad jurídica y garantice autonomía y seguridad a nivel local, en particular en tiempos de crisis económica.»

En sus observaciones finales, Helle Thorning-Schmidt, primera ministra de Dinamarca y presidenta en ejercicio del Consejo de la UE, insistió en que el desarrollo sostenible es un instrumento para superar la crisis económica: «En el actual contexto de crisis, ¿puede Europa realmente permitirse la transición hacia una economía verde? Para todos aquellos que hacen cola en las oficinas de empleo, el desarrollo sostenible puede parecer un objetivo bastante lejano. Sin embargo, sería un grave error considerarlo como tal. No, Europa no puede permitirse cuestionar el crecimiento ecológico. Y la aportación de las ciudades y regiones europeas es fundamental si queremos que la transición hacia una economía ecológica se haga realidad en nuestra vida diaria. Las ciudades y regiones se encuentran en primera línea para impulsar un desarrollo sostenible.»

Para demostrar su compromiso en favor del desarrollo sostenible, los miembros del CDR aprobaron la «Declaración de Copenhague», que establece unos objetivos claros para las ciudades europeas: tender hacia una economía neutra respecto de las emisiones de gases de invernadero, inclusión social, mayor inversión en capital humano, educación y sanidad, infraestructuras físicas y nuevas tecnologías, así como una mejor integración en su entorno. Los alcaldes y presidentes regionales han solicitado a la UE que garantice un apoyo financiero adecuado para desarrollar una política urbana horizontal y que las políticas europeas den una mayor prioridad a la cooperación territorial entre las ciudades europeas. La Declaración subraya asimismo la necesidad de reforzar el papel de las ciudades y regiones en la dirección de las políticas europeas y especialmente de las estrategias integradas de desarrollo sostenible de los territorios y hacia una economía neutra respecto de las emisiones de carbono.

Como preparación de la Cumbre Río+20, en la que el CDR formará parte de la delegación de la UE, las regiones y ciudades europeas piden que se defiendan y se respeten la política urbana y el modelo europeo de sociedad, en el contexto de la estrategia mundial en favor del desarrollo sostenible.

Nota a la atención de los periodistas:

La quinta Cumbre Europea de Regiones y Ciudades, titulada «El tejido urbano europeo del siglo XXI», ha sido organizada por el CDR en colaboración con la ciudad de Copenhague y la Región-Capital de Dinamarca. La Cumbre reunió a más de 300 alcaldes y presidentes regionales de los 27 Estados miembros de la UE, junto con importantes arquitectos, urbanistas e investigadores en el ámbito del desarrollo urbano, con vistas a garantizar que el desarrollo urbano sostenible ocupe un lugar más destacado en la agenda europea y mundial.

El Pacto de los Alcaldes es la principal iniciativa europea en la que participan los entes locales y regionales para luchar contra el cambio climático y desarrollar un futuro energético más sostenible para nuestras ciudades. Los firmantes se comprometen voluntariamente a cumplir y superar el objetivo de la UE de reducir en un 20 % sus emisiones de CO2 mediante una mayor eficiencia energética y el desarrollo de nuevas fuentes de energía renovables. Hasta ahora, más de 3000 alcaldes, entes locales y regiones han firmado el Pacto desde su lanzamiento, en 2008.

El premio de Capital Verde Europea reconoce los esfuerzos locales realizados para mejorar el medio ambiente, la economía y la calidad de vida de la población urbana, en constante aumento. El premio se concede cada año a una ciudad, no necesariamente capital, que esté en la vanguardia en el fomento de un entorno urbano respetuoso con el medio ambiente y pueda servir de ejemplo a otras ciudades. En 2012 el premio se ha concedido a Vitoria-Gasteiz. En 2013, le tocará a Nantes.
Para más información:
Visite la página del CDR: www.cor.europa.eu

El Comité de las Regiones:

El Comité de las Regiones es la Asamblea de la UE de los representantes regionales y locales. La misión de sus 344 miembros, procedentes de los 27 Estados miembros de la UE, consiste en dar a los entes y comunidades regionales y locales a los que representan la posibilidad de participar en el proceso de toma de decisiones de la UE e informarles acerca de las políticas de la Unión. La Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo están obligados a consultar al Comité en aquellos ámbitos políticos que afectan a las regiones y ciudades. El Comité puede recurrir ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea con el fin de salvaguardar sus prerrogativas o si considera que un acto legislativo de la UE viola el principio de subsidiariedad o no respeta las competencias de los entes locales o regionales.

Fuente:http://europa.eu/rapid/press-release_COR-12-20_es.htm
Fecha: Tomado en línea el 21 de septiembre de 2013.

lunes, 2 de septiembre de 2013

¿"Declaración de Bonn, Conferencia Mundial de la UNESCO, sobre la Educación para el Desarrollo Sostenible"?


NOSOTROS, LOS PARTICIPANTES EN LA CONFERENCIA MUNDIAL DE LA UNESCO SOBRE LA EDUCACIÓN PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE, CELEBRADA EN BONN (ALEMANIA) DEL 31 DE MARZO AL 2 DE ABRIL DE 2009, DAMOS A CONOCER LA DECLARACIÓN Y EL LLAMAMIENTO A LA ACCIÓN SIGUIENTES:

1. A pesar del crecimiento económico sin precedentes que se experimentó en el siglo XX, la pobreza y la desigualdad persistentes afectan todavía a demasiadas personas, en particular a las más vulnerables. Los conflictos siguen poniendo de relieve la necesidad de forjar una cultura de paz. La crisis financiera y económica mundial subraya el riesgo que entrañan las modalidades y prácticas del desarrollo económico no sostenible, basadas en la obtención de beneficios a corto plazo. La crisis alimentaria y el hambre en el mundo constituyen un problema cada vez más grave. Las pautas no sostenibles de producción y consumo tienen repercusiones ecológicas que ponen en peligro las opciones de las generaciones actuales y futuras y la sostenibilidad de la vida en el planeta, tal como lo demuestra el cambio climático.

2. Al concluir el primer decenio del siglo XXI, el mundo afronta retos y problemas importantes, complejos e interrelacionados, que atañen al desarrollo y los estilos de vida. Los desafíos provienen de valores que han creado sociedades insostenibles. Los problemas están vinculados entre sí y su solución exige un compromiso político más enérgico y una acción decidida.
Disponemos del conocimiento, la tecnología y las competencias necesarias para invertir la situación. Ahora es preciso que movilicemos nuestro potencial para aprovechar todas las oportunidades de mejorar la acción y propiciar los cambios.

3. Las repercusiones del desarrollo no sostenible, las prioridades, responsabilidades y capacidades difieren de una región a otra, y también entre los países desarrollados y los países en desarrollo. Será necesario que todos los países cooperen para garantizar el desarrollo sostenible, tanto ahora como en el futuro. Invertir en la educación para el desarrollo sostenible (EDS) es invertir en el futuro y puede ser una medida capaz de salvar vidas, en particular en situaciones posteriores a conflictos y en los países menos adelantados.

4. Aprovechando las promesas formuladas en Jomtien, Dakar y Johannesburgo, debemos buscar un compromiso común con la educación que dote a las personas de la capacidad de cambiar. Una educación de ese tipo debería ser de tal calidad, que transmitiese los valores, conocimientos, aptitudes y competencias necesarios para llevar una vida sostenible, participar en la sociedad y realizar un trabajo decoroso. El programa de Educación para Todos (EPT) subraya que contar con la enseñanza básica es capital para el desarrollo sostenible. También destaca el valor del aprendizaje preescolar, la educación de la población rural y la alfabetización de adultos.
La adquisición de nociones de lectura, escritura y aritmética contribuye a la calidad de la educación y es fundamental para que la EDS tenga resultados satisfactorios.

5. Mediante la educación y el aprendizaje a lo largo de toda la vida, podremos forjar estilos de vida basados en la justicia social y económica, la seguridad alimentaria, la integridad ecológica, los medios de vida sostenibles, el respeto hacia todas las formas de vida y valores sólidos que fomenten la cohesión social, la democracia y la acción colectiva. La igualdad entre hombres y mujeres, con especial atención a la participación en la educación de las niñas y las mujeres, es un elemento decisivo para propiciar el desarrollo y la sostenibilidad. La educación para el desarrollo sostenible es un imperativo inmediato para garantizar a los jóvenes modos de vida sostenibles, responder a sus aspiraciones y darles perspectivas de futuro.

La educación para el desarrollo sostenible en el siglo XXI:


6. La educación para el desarrollo sostenible está imprimiendo una nueva dirección a la enseñanza y el aprendizaje para todos. La EDS promueve la educación de calidad e integra a todos sin excepción. Se basa en valores, principios y prácticas necesarios para responder eficazmente a los retos actuales y futuros.

7. La EDS ayuda a las sociedades a hacer frente a las diferentes prioridades y problemas entre otros, los relativos al agua, la energía, el cambio climático, la atenuación del riesgo y los desastres, la pérdida de la biodiversidad, la crisis alimentaria, las amenazas contra la salud, la vulnerabilidad social y la inseguridad. La EDS es esencial para el surgimiento de nuevas ideas sobre la economía y contribuye a crear sociedades resistentes, saludables y sostenibles, mediante un enfoque sistémico e integrado. Además, confiere nueva pertinencia, calidad, significado y finalidad a los sistemas de enseñanza y formación, y propicia la intervención de los
medios educativos formal, no formal e informal y de todos los sectores sociales en un proceso de aprendizaje a lo largo de la vida.

8. La EDS se basa en valores de justicia, equidad, tolerancia, suficiencia y responsabilidad. Promueve la igualdad entre hombres y mujeres, la cohesión social y la reducción de la pobreza, y asigna un lugar prioritario al cuidado, la integridad y la honradez, como se enuncia en la Carta de la Tierra. La EDS se sustenta en principios propicios a modos de vida sostenibles, la democracia y el bienestar de los seres humanos. Proteger y restaurar el medio ambiente, conservar los recursos naturales y utilizarlos de manera sostenible, actuar ante las pautas de consumo y de producción no sostenibles y crear sociedades justas y pacíficas son también principios importantes en los que se funda la EDS.

9. La EDS hace hincapié en los enfoques creativos y críticos, la reflexión a largo plazo, la innovación y la autonomía para afrontar la incertidumbre y solucionar problemas complejos.
La EDS pone de relieve la interdependencia entre el medio ambiente, la economía, la sociedad y la diversidad cultural, desde el ámbito local hasta el mundial, y tiene en cuenta el pasado, el presente y el futuro.

10. La EDS, vinculada a las necesidades y condiciones específicas de vida de la población, ofrece las competencias para hallar soluciones y aprovecha las prácticas y los conocimientos existentes en las culturas locales, así como en las nuevas ideas y tecnologías.

Los progresos logrados en el Decenio de las Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible

11. Durante los primeros cinco años del Decenio de las Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible (DESD), orientado y coordinado por la UNESCO, numerosos países lograron progresos en la implementación de la EDS y elaboraron marcos de políticas innovadoras. Diversos organismos de las Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales (ONG), órganos regionales y redes de colaboración participan en actividades concretas en apoyo de ámbitos específicos de la EDS. Muchas personas y organizaciones se han comprometido y participan en la acción. Están en curso los esfuerzos para mejorar la comprensión, promoción, aplicación y evaluación de la calidad de la EDS. Se ha elaborado un marco de seguimiento y evaluación a escala mundial. Los esfuerzos realizados en el plano internacional se han complementado con iniciativas y estrategias regionales.

12. Reconocemos que la educación es un factor significativo para mejorar el bienestar de los seres humanos. Ahora disponemos del conocimiento y la experiencia necesarios para mejorar considerablemente los contenidos, métodos y objetivos de la educación. Ahora sabemos cómo empezar a reorientar los sistemas educativos para insistir en el aprendizaje a lo largo de toda la vida. Gracias a la EDS estamos aprendiendo la manera de mejorar los vínculos entre la educación formal, la no formal y la informal. Conocemos la importancia de fortalecer y compartir los conocimientos acerca de los procesos de cambio en materia de educación.

13. La ciencia nos ha proporcionado conocimientos más exactos sobre el cambio climático y los sistemas de sustentación de la vida en el planeta; ha acumulado conocimientos considerables acerca del VIH y el SIDA, el paludismo, la tuberculosis, las enfermedades cardíacas y otros problemas graves que afectan a la salud. Hoy sabemos más acerca de los sistemas naturales, las repercusiones de las actividades humanas sobre ellos, y la manera en que la biodiversidad sustenta nuestro bienestar. Sabemos que el pensamiento económico actual tiene que cambiar y que es necesario evitar la producción y el consumo no sostenibles y fomentar y apoyar el surgimiento de países “desarrollados de manera sostenible”. Las ciencias sociales nos han permitido comprender aspectos éticos, culturales, cognitivos y afectivos del desarrollo humano, así como la sociología del cambio.

14. Ahora es preciso poner en acción esos conocimientos. Esto es particularmente importante para fortalecer y ampliar los resultados del Decenio de la Educación para el Desarrollo Sostenible en los próximos cinco años, y también para asegurar la aplicación a largo plazo de la EDS.

Un llamamiento a la acción

15. La EDS sigue progresando de manera desigual y exige diferentes enfoques en contextos diferentes. Sin duda, en los próximos años será necesario que tanto los países desarrollados como los países en desarrollo, la sociedad civil y las organizaciones internacionales realicen esfuerzos para:

En el terreno de la formulación de políticas en los Estados Miembros
a) Promover la contribución de la EDS al conjunto de la enseñanza y al logro de la educación de calidad, con especial atención al fomento de los vínculos entre la EDS y la EPT en un enfoque coherente y sistémico. Fomentar los objetivos de la EDS en los foros internacionales y en el ámbito nacional.
b) Aumentar la conciencia y la comprensión de la población respecto del desarrollo sostenible y la EDS, ampliando las enseñanzas y conocimientos obtenidos en los cinco primeros años del DESD e incorporándolos a los programas y las políticas de sensibilización de la población y a las diversas modalidades de aprendizaje informal.
Debería además promoverse la función y la contribución de los medios de comunicación al fomento de la sensibilización y la comprensión de las cuestiones relativas a la sostenibilidad, así como la capacitación de los profesionales de la comunicación de masas.
c) Movilizar la financiación y los recursos adecuados en pro de la EDS, en especial mediante su integración en los marcos presupuestarios y las políticas nacionales de desarrollo, en los procesos de programación común en los países de las Naciones Unidas y en otros marcos políticos de ámbito nacional (tales como los enfoques sectoriales), así como en las iniciativas de la EPT y los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Promover la EDS e incluirla en las prioridades de las fundaciones y los donantes.
d) Reorientar los sistemas de enseñanza y formación para abordar los asuntos relativos
a la sostenibilidad mediante políticas coherentes en los planos nacional y local.
Elaborar y aplicar políticas relativas a la EDS mediante estrategias intersectoriales e
interministeriales coordinadas, que incorporen al sector empresarial, la sociedad civil, las comunidades locales y los científicos.
e) Desarrollar y fortalecer los mecanismos y modalidades existentes de cooperación internacional, regional y nacional en materia de EDS que respeten la diversidad cultural. Crear comités, redes y comunidades de prácticas regionales y nacionales para la EDS que fortalezcan los vínculos entre las esferas local y nacional, y entre la nacional y la mundial, y que estimulen la cooperación Norte-Sur-Sur y Sur- Sur.
En el terreno práctico
f) Apoyar la incorporación de temas del desarrollo sostenible, mediante una estrategia integrada y sistémica, en todos los niveles de la educación formal, no formal e informal, en particular mediante la elaboración de métodos pedagógicos eficaces, la formación de docentes, las prácticas de enseñanza, los planes y programas de estudio, los materiales didácticos y el fomento del liderazgo en el sector educativo, y también mediante el reconocimiento de la significativa contribución de la educación no formal y el aprendizaje informal, la formación profesional y el aprendizaje en el lugar de trabajo. El desarrollo sostenible es un tema transversal importante para todas las disciplinas y todos los sectores.
g) Reorientar los programas de elaboración de planes de estudio y formación de docentes, con miras a integrar la EDS en los programas de formación inicial y de perfeccionamiento para docentes en funciones. Alentar a las instituciones de formación de docentes, los maestros y los profesores a crear redes y a elaborar e investigar las prácticas pedagógicas idóneas. En particular, ayudar a los docentes a formular estrategias de EDS aplicables a clases numerosas y a evaluar los procesos de aprendizaje de la EDS.
h) Promover el diálogo sobre políticas de base empírica acerca de la EDS, aprovechando las estrategias pertinentes de investigación, seguimiento y evaluación y el intercambio y reconocimiento de las prácticas ejemplares. Crear indicadores nacionales de EDS que contribuyan a la aplicación eficaz y la evaluación de los resultados y procesos en la materia.
i) Establecer y ampliar iniciativas de colaboración sobre la EDS, para integrarla en la capacitación, la formación profesional y el aprendizaje en el lugar de trabajo, mediante la participación de la sociedad civil, los sectores público y privado, las ONG y los asociados en el desarrollo. La EDS debería ser parte integrante de la formación de los dirigentes de empresas, industrias, sindicatos, organizaciones voluntarias y sin fines de lucro, y de los servicios públicos. Reorientar los programas de enseñanza y formación técnica y profesional a fin de que incorporen a la EDS.
j) Recabar la participación de los jóvenes en la concepción y aplicación de la EDS.
Obtener el compromiso, la solidaridad y el potencial de la juventud y sus redes y
organizaciones para fortalecer la EDS. Fomentar la identificación de los jóvenes con las cuestiones y los problemas relativos a la EDS.
k) Dar realce a la importante contribución y la función fundamental que cumple la sociedad civil en el estímulo del debate y la participación pública, y emprender iniciativas en materia de EDS. Examinar la manera de fomentar su participación y compromiso.
l) Valorar y dar el debido reconocimiento al significativo aporte de los sistemas de conocimiento tradicionales, indígenas y locales a la EDS, y poner de relieve las diversas contribuciones de las culturas a la promoción de la misma.
m) La EDS debería fomentar activamente la igualdad entre hombres y mujeres y crear las condiciones y estrategias que permitan a las mujeres compartir conocimientos y experiencias conducentes al cambio social y el bienestar humano.
n) Producir conocimientos mediante la creación de redes de EDS. Individualizar y apoyar a las escuelas, universidades y otras instituciones de educación superior e investigación, centros de enseñanza y redes de educación que puedan servir como centros de competencias e innovación que generen y compartan conocimientos, y creen recursos para la EDS. Examinar el potencial de sitios geográficos y biorregionales específicos que podrían constituir “laboratorios” delimitados territorialmente para la EDS.
o) Alentar y fortalecer la excelencia científica, la investigación y la creación de nuevos conocimientos para la EDS mediante la participación en ésta de las redes de establecimientos de educación superior e investigación. Movilizar las funciones esenciales de las universidades: docencia, investigación y participación comunitaria, con el fin de fortalecer el conocimiento mundial y local de la EDS y utilizar en este proceso las Cátedras UNESCO sobre EDS y las redes del programa de la UNESCO. Crear estructuras institucionales y organizativas que faciliten la flexibilidad, la participación estudiantil y los programas pluridisciplinarios, y generar proyectos piloto capaces de responder a la complejidad y la urgencia de la EDS. También deberían crearse y aplicarse dispositivos para recompensar las iniciativas y la investigación en materia de EDS en la enseñanza superior.
p) Crear mecanismos institucionales durante el Decenio de las Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible y otros Decenios en curso, como el Decenio Internacional para la Acción "El agua, fuente de vida", que permitan garantizar la continuidad de la aplicación de la EDS más allá de dichos decenios.
q) Recabar las competencias disponibles en el sistema de las Naciones Unidas para fortalecer la EDS en los convenios fundamentales sobre el desarrollo sostenible, por ejemplo, los que se centran en la diversidad biológica, el cambio climático, la desertificación y el patrimonio cultural inmaterial.
r) Redoblar los esfuerzos en los sistemas de educación y formación para abordar los desafíos críticos y urgentes de la sostenibilidad, tales como el cambio climático y la seguridad en materia de agua y alimentos, mediante la elaboración de planes de acción y/o programas específicos en el marco del DESD y las iniciativas de colaboración.

16. Los participantes en la Conferencia Mundial sobre la Educación para el Desarrollo Sostenible piden a la UNESCO que, en su calidad de organización responsable del Decenio de las Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible, vele por:
a) Reforzar su función de liderazgo y coordinación del mencionado Decenio, basándose en el Plan de Aplicación Internacional, en colaboración con otros organismos y programas de las Naciones Unidas, tales como el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Universidad de las Naciones Unidas, y las organizaciones patrocinadoras de la EPT (el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Fondo de Población de las Naciones Unidas y el Banco Mundial), entre otros, e incorpore la EDS a las estrategias de la Iniciativa “Unidos en la acción” de las Naciones Unidas a escala nacional, en particular mediante los procesos del Marco de Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
b) Apoyar a los Estados Miembros y a otros copartícipes en las actividades del Decenio, en particular mediante una labor preliminar de aumento de capacidades y asesoramiento sobre políticas con miras a la elaboración de estrategias nacionales coherentes, el seguimiento y la evaluación, el reconocimiento e intercambio de prácticas ejemplares, la sensibilización y el fomento de iniciativas de colaboración a escala mundial en materia de EDS, con la debida consideración a los países en situaciones posteriores a conflictos y a los países menos adelantados.
c) Representar y/o promover el programa de la EDS en otros foros importantes de educación y desarrollo, como las conferencias y negociaciones internacionales del G-8, el G-20, la Conferencia de Copenhague sobre el Cambio Climático, el Grupo de Alto Nivel de la EPT, la Junta de los Jefes Ejecutivos de las Naciones Unidas y las conferencias mundiales de la UNESCO (entre otros eventos y actividades en curso).
d) Utilizar las competencias existentes en las Reservas de Biosfera de la UNESCO, los sitios del patrimonio mundial y otros programas de ciencias, cultura y educación, tales como la Iniciativa para la Formación de Docentes en el Africa Subsahariana (TTISSA), las escuelas de la RedPEA y la Iniciativa de Alfabetización: Saber para Poder (LIFE), para promover los objetivos de la EDS y lograr que sus prioridades fundamentales se integren en programas y estrategias de más largo plazo en la UNESCO.
e) Promover la investigación acerca de la EDS mediante los programas de la UNESCO con el fin de fortalecer la calidad y la base empírica de la EDS. Ampliar el sistema mundial de seguimiento y evaluación de la EDS y tomar iniciativas para crear estrategias y prácticas internacionales que conduzcan a la conclusión satisfactoria del DESD con resultados visibles y concretos.
f) Poner de relieve la pertinencia e importancia de la educación y la formación durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 15), que se celebrará en Copenhague (Dinamarca) en diciembre de 2009, en consulta y colaboración con otros asociados.
g) Intensificar los esfuerzos y las iniciativas para situar a la enseñanza relativa al cambio climático en los primeros planos de los programas internacionales, en el marco del DESD, en el contexto de la Estrategia de Acción de la UNESCO sobre el cambio climático y como un componente de la acción del conjunto de las Naciones Unidas.

17. Además, los participantes en la presente Conferencia se comprometen a trabajar en pro de la aplicación de esta Declaración.

18. Los participantes instan a que se movilicen fondos suficientes para apoyar las recomendaciones que figuran en la presente Declaración.

19. Los participantes en la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre la Educación para el Desarrollo Sostenible expresan su gratitud al Gobierno de Alemania por haber acogido la Conferencia y reciben con beneplácito la intención del Gobierno del Japón de acoger conjuntamente con la UNESCO la conferencia mundial sobre la EDS que se celebrará al concluir el Decenio de las Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible.

FUENTE:  http://www.esd-world-conference-2009.org/fileadmin/download/ESD2009_BonnDeclarationESP.pdf
FECHA: Tomado en línea el 02 de septiembre de 2013

¿"CIUDADES Y GOBIERNOS LOCALES UNIDOS DECLARACIÓN FINAL DEL CONGRESO DE JEJU"?


La “Isla de la paz MUNDIAL”
“Las ciudades cambian y transforman el mundo”
Jeju, 31 de octubre 2007
Nosotros, Alcaldes, Alcaldesas y Representantes de ciudades y gobiernos locales y regionales del mundo, al servicio de nuestras comunidades urbanas y rurales; de las ciudades grandes, medianas y pequeñas, metrópolis y regiones, reunidos del 28 al 31 de octubre 2007 en Jeju la “Isla de la Paz Mundial”, en la República de Corea, durante el 2º Congreso de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos:
  • Reconociendo que por primera vez en la historia de la humanidad, la mayoría de la población mundial vive en las ciudades lo cual tiene implicaciones directas sobre el futuro del planeta y de la humanidad en su conjunto ;
  • Considerando que un mundo urbanizado abre nuevas perspectivas ya que las ciudades son históricamente espacios privilegiados de creación e innovación; pero que esto impone a los gobiernos locales nuevas responsabilidades en relación directa con los grandes desafíos del mundo contemporáneo;
  • Satisfechos al constatar el avance en el proceso de democratización en todas las regiones del globo y que muchos países cuentan con gobiernos locales electos por sufragio universal y que se han desarrollado nuevas formas de participación ciudadana en la toma de decisiones;
  • Interesados en contribuir a la realización de los compromisos adoptados por la comunidad internacional durante las cumbres de Naciones Unidas, pero inquietos por la reciente declaración de Naciones Unidas informando que diversos países no cumplirán con los Objetivos de Desarrollo del Milenio en el tiempo previsto;
  • Convencidos de la necesidad de promover en nuestras ciudades y territorios un desarrollo sostenible, más equitativo e inclusivo, respetuoso de los derechos humanos fundamentales y de la equidad entre hombres y mujeres, de todas las razas, culturas y religiones, así como de la necesidad de trabajar para profundizar la democracia y la autonomía local para contribuir a la construcción de un mundo en paz y solidario;
  • Preocupados por las grandes amenazas y peligros que pesan sobre nuestro planeta como consecuencia de la urbanización mal controlada, del cambio climático y de los grandes desórdenes naturales que agravan el acceso al agua potable y a los recursos naturales, incrementando simultáneamente los riesgos de pandemias;
  • Reafirmando los compromisos asumidos por los gobiernos locales en la Declaración de los Gobiernos Locales sobre la Participación de las Mujeres (Beijing +10, marzo de 2005), la Declaración de los Gobiernos Locales sobre los Objetivos del Milenio (Beijing, junio de 2005), la Declaración de las Ciudades y los Gobiernos Locales sobre la Sociedad de la Información (Bilbao, octubre de 2005), la Declaración de los Alcaldes y Gobiernos Locales sobre el Agua (México D.F., marzo de 2006), la Declaración sobre los Gobiernos Locales y el VIH-SIDA (junio de 2006) y la Declaración de París sobre el Cambio Climático y los Gobiernos Locales (Buró Ejecutivo de CGLU, marzo de 2007) y la Declaración de Roma durante la Conferencia de los Alcaldes y Gobiernos Locales sobre los Objetivos del Milenio “Se acaba el tiempo” (junio 2007);
  • Saludando la adopción por parte de los Estados miembros del Consejo de Administración de ONU-Hábitat de las Directrices sobre la Descentralización y el Fortalecimiento de los Gobiernos Locales (abril 2007), que concretizan años de esfuerzo de los gobiernos locales a favor del reconocimiento por las instituciones internacionales de su rol en la gobernanza democrática;
  • Acogiendo con satisfacción el reconocimiento del papel de los gobiernos locales por parte de las instituciones internacionales en la Declaración Final de Jefes de Estado y de Gobierno durante la Cumbre del Milenio +5 (septiembre de 2005), la Declaración Ministerial del 4º Foro Mundial del Agua (marzo de 2006), el Informe del Grupo de Alto Nivel sobre la Alianza de las Civilizaciones (noviembre de 2006), la Resolución del Parlamento Europeo sobre los Gobiernos Locales y la Cooperación al Desarrollo (marzo de 2007) ;
  • Reconociendo que desde su creación en mayo de 2004 en París, Ciudades y Gobiernos Locales Unidos nos ha permitido avanzar en la construcción de una voz unificada frente a la comunidad internacional;
A través de la presente Declaración nos comprometemos a:

I. Enfrentar el reto de luchar contra el calentamiento climático y la protección del medio ambiente como una prioridad de la agenda local,


1. Si no actuamos ahora para atenuar las consecuencias del calentamiento climático éstas serán devastadoras. Las ciudades son responsables del 75% del consumo de energía y del 80% de las emisiones de gases producidas por el efecto invernadero. Sin embargo, las ciudades no sólo constituyen una parte del problema sino, y sobre todo, una parte esencial de la solución.

2. Haciendo eco del llamado de los 670 alcaldes estadounidenses que firmaron el Acuerdo para la Protección del Clima y de las centenares de ciudades de otras regiones que se han comprometido a implementar el Protocolo de Kyoto, todos los gobiernos locales deberán actuar para: promover una urbanización más densa, utilizar energías limpias y renovables, sistemas de transporte y de construcción mejor adaptados, fomentar la reforestación y promover una gestión de recursos naturales más respetuosa del medio ambiente. Asimismo, los gobiernos locales deberán desarrollar campañas de información ciudadana.

3. Con el fin de avanzar en la elaboración de planes locales de acción para luchar contra el cambio climático, los gobiernos locales deberán tener acceso, particularmente en los países en desarrollo, a los instrumentos internacionales para luchar contra el cambio climático, tales como el Mecanismo para un Desarrollo Limpio[1], creado dentro de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CCNUCC-UNFCCC) y el Fondo Global para el Medio Ambiente (FEM-GEF) y recibir el apoyo financiero e institucional adecuado.


4. Hacemos un llamado a los Estados e instituciones internacionales para que cumplan con su compromiso de implementar la CCNUCC y el Protocolo de Kyoto y profundicen la agenda mundial durante las próximas negociaciones para renovar los acuerdos internacionales durante la próxima Conferencia de Naciones Unidas sobre el Calentamiento Climático, a celebrarse en Bali del 3 al 14 de diciembre 2007. Se deberá alcanzar un acuerdo sobre un nuevo Protocolo, dónde se incluyan a los gobiernos locales, para que puedan ser ratificados por los Estados antes del 2012.

5. Los representantes de los gobiernos locales del mundo y de sus principales redes –Grupo de grandes ciudades para el clima (C40), el Consejo Mundial de Alcaldes sobre el Cambio Climático, ICLEI, CGLU- reunidos durante el Congreso de CGLU en Jeju, nos unimos para que se escuche nuestra voz durante la Conferencia de Bali, durante la cual organizaremos, junto con el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y ONU HABITAT, una sesión para los gobiernos locales. Otorgamos un mandato a nuestra delegación para que solicite:

§ Que los gobiernos locales sean parte del proceso de negociación de la nueva Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la cual deberá entrar en vigor en 2012 y que estén directamente implicados en los mecanismos de implementación y seguimiento de dichos acuerdos;
§ Que la comunidad internacional respete sus promesas y se comprometa a reducir los gases de invernadero en 50% para el año 2050 con relación al nivel de 1990, de conformidad con las recomendaciones del Grupo de Expertos intergubernamentales sobre la evolución del clima;

§ Que los gobiernos locales tengan acceso directo a los instrumentos internacionales existentes para la aplicación de tecnologías limpias, planes mitigación y adaptación al cambio climático;
§ Que se fomente la cooperación y el intercambio directo de experiencias entre gobiernos locales con el fin de multiplicar la existencia de planes locales de lucha contra el cambio climático, apoyándose en la experiencia de las Agendas 21 locales.

6. En función que el cambio climático tiene un impacto transversal en el agua, el suelo, la biodiversidad y la salud humana, los gobiernos locales deben manejar nuestros recursos naturales en una manera integral a través de sistemas tales como el eco-presupuesto, ligado al desarrollo económico e integrando los temas de biodiversidad con el planeamiento local.

7. Convencidos de que el cambio climático ya ha tenido consecuencias directas en el número e intensidad de catástrofes naturales, los gobiernos locales acordamos trabajar en la difusión del Marco de Acción de Hyogo, adoptado por Naciones Unidas que busca limitar la pérdida de vidas humanas y los daños materiales, económicos y ambientales causados por las catástrofes, así como coordinarnos para colaborar con la Plataforma Mundial para la Reducción de Riesgos y Catástrofes, bajo el impulso de Naciones Unidas.

II. Promover los derechos humanos y actuar en pro del respeto de la diversidad en nuestras ciudades y territorios como fundamentos para la Paz y el desarrollo,


8. En un mundo cada vez más complejo y urbanizado, los gobiernos locales son las primeras en asumir cotidianamente la defensa de los derechos de los ciudadanos en las ciudades multiculturales, canalizando las tensiones, superando los conflictos y promoviendo el diálogo entre todas las culturas y las religiones. Su actuación contribuye a la reconciliación de las diferencias entre culturas y religiones, las cuales, alimentadas por la injusticia y la desigualdad, conducen a veces a la violencia y a situaciones de conflictos tanto a nivel local como internacional.

9. Los gobiernos locales también actuamos a nivel internacional a favor de la Paz., la prevención de conflictos y a la reconstrucción en la posguerra. Reafirmamos que la Diplomacia de las ciudades y la cooperación descentralizada son instrumentos complementarios para la Paz y el entendimiento entre los pueblos. Los gobiernos locales multiplican iniciativas a favor de la coexistencia y la reconciliación entre los pueblos. En el seno de CGLU se encuentran todos los pueblos, todas las religiones y todas las culturas. Este rol de los gobiernos locales debe ser reconocido y apoyado por las instituciones internacionales.

10. Los gobiernos locales compartimos los objetivos de la Alianza de las Civilizaciones, iniciativa promovida por el Secretario General de Naciones Unidas con el apoyo de los gobiernos de España y Turquía. Estos objetivos buscan desarrollar políticas para fomentar la comprensión y el respeto mutuo con el fin de preservar la Paz en el mundo. Aceptamos la invitación hecha a CGLU por el Sr. Jorge Sampaio, Ex-presidente de Portugal y Alto Comisionado del Secretario General de las Naciones Unidas para la Alianza de Civilizaciones para ser miembros del Grupo de Amigos de la Alianza; los gobiernos locales deben contribuir con ideas e iniciativas en las Estrategias Nacionales a favor del diálogo intercultural y participar en el Forum de la Alianza que se realizará en enero de 2008 en Madrid. Invitamos también a las Naciones Unidas y a los Estados miembros a apoyar a los gobiernos locales en la instrumentación de una acción mundial para favorecer el diálogo de civilizaciones, el 21 de mayo, Día Mundial de la Diversidad Cultural.

11. Recordamos que el uso de armas convencionales es la causa de inconmensurable sufrimiento de la población civil. Apoyamos la campaña de los “Alcaldes por la Paz” para que la comunidad internacional se comprometa a renunciar a las armas de destrucción masiva. Invitamos a los Estados y grupos armados a comprometerse a preservar las ciudades de todo ataque militar. “Las ciudades no son blancos”.

12. En vísperas del 60º Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, invitamos a todos los gobiernos locales a reflejar en sus acciones su apoyo a la Paz y la Justicia y a promover el respeto de los derechos humanos, construyendo ciudades más inclusivas para un mundo inclusivo.

13. Un eje del trabajo de los gobiernos locales y uno de los fundamentos de la Paz debe ser la salvaguarda de la diversidad cultural y la lucha contra la exclusión social. Los gobiernos locales deben combatir la exclusión social y toda forma de discriminación que limite los derechos de la población, ya sea en materia de derechos o de acceso a los bienes públicos sociales, económicos o culturales. Estas deben concebirse desde una perspectiva integral que asocie al conjunto de instituciones locales, apoyándose en la proximidad y en el conocimiento del territorio, así como en la participación activa de todos los actores, particularmente de las poblaciones discriminadas, en la toma de las decisiones locales. Reconocemos, además, el importante papel jugado por los gobiernos locales en la educación en su más amplia acepción.

14. El acceso universal a servicios públicos de calidad es uno de los principales fines de las políticas locales de lucha contra la exclusión. Sin embargo, cuando se transfieren competencias sin que se transfieran los recursos adecuados, aunado a la debilidad de los medios propios de los gobiernos locales en muchos países en desarrollo, se afecta la capacidad de los gobiernos locales para hacer frente a sus responsabilidades y responder a las demandas de la ciudadanía. Cuando no se respeta el principio de autonomía local en el ejercicio de las competencias, principio sobre el cual se basa la libre decisión de los gobiernos locales sobre la forma de administrar los servicios públicos, se debilita el papel de los gobiernos locales. Velaremos porque dichos principios sean reafirmados en el marco de la redacción de las Directrices para el acceso de servicios básicos por parte de Naciones Unidas.

15. Una democracia efectiva implica una activa participación de la ciudadanía, fomentando la participación de toda la comunidad con igualdad  de derechos, incluyendo aquellos que tradicionalmente son excluidos. Para avanzar en esta implicación activa se deben implementar mecanismos participativos.

16. La participación de las mujeres y los hombres en todos los aspectos de la vida y en la toma de decisiones a nivel local es aún un desafío, muchas veces incumplido, por los gobiernos locales. Sólo 20% de los electos locales y apenas 6% de los alcaldes en el mundo son mujeres. Si queremos avanzar en la equidad de género, debemos dar prioridad a la integración de las mujeres en la vida pública local y dentro de los puestos de responsabilidad en nuestras ciudades y dentro de CGLU. Llamamos a CGLU a promover y desarrollar acciones para solventar este desafío.

17. Los gobiernos locales reconocemos que las políticas culturales, al igual que las políticas de desarrollo económico y social o la protección ambiental, son diferentes dimensiones para asegurar una buena gobernanza local. Invitamos a los gobiernos locales, a los Estados y a los organismos internacionales a difundir y adoptar la Agenda 21 de la Cultura, como documento de referencia para sus programas culturales, y a respetar los acuerdos internacionales sobre diversidad cultural.

18. Consideramos que el acceso de todas las personas a las tecnologías de información y comunicación contribuye al desarrollo de las capacidades individuales. Los gobiernos locales tienen una responsabilidad en promover el acceso de la ciudadanía a las tecnologías de información y comunicación, a superar aislamiento de las poblaciones rurales y a reducir la pobreza.

III. Apoyar la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y de la democracia local, potenciar a través de ellos el lugar de los gobiernos locales en la gobernabilidad mundial

19. En septiembre de 2005 durante la Cumbre del Milenio + 5 y en seguimiento a la Campaña de las Ciudades del Milenio de CGLU, los gobiernos locales refirmamos en una declaración solemne presentada ante las Naciones Unidas nuestro apoyo a la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para erradicar la extrema pobreza, mejorar el acceso de las poblaciones más pobres a los servicios públicos –educación, salud, agua, saneamiento-, defender la igualdad de género, luchar contra las pandemias y garantizar un medio ambiente sostenible. En el 2005, el Secretario General de Naciones Unidas reconoció que la mayoría de estos Objetivos sólo puede ser realizados a nivel local.

20. Preocupados por los retrasos acumulados en el cumplimiento de los Objetivos del Milenio para el 2015, invitamos a las ciudades y a los gobiernos locales de todo el mundo a lanzar campañas enérgicas que difundan los ODM y recuerden a los Estados y a la comunidad internacional sus promesas realizadas en la Declaración del Milenio. Nos comprometemos a reforzar nuestra cooperación con la Campaña del Milenio de Naciones Unidas. Nuevas iniciativas como el “Premio de Roma a la Ciudad del Milenio”, entregado por primera vez en junio 2007, incitan a los electos locales a fortalecer nuestros compromisos.

21. Si no se hace algo, en el año 2020 casi uno de cada cinco seres humanos de nuestro planeta habitará en tugurios, principalmente en las ciudades de África y de Asia. Para enfrentar este desafío, las necesidades de inversión en infraestructuras locales se han evaluado en 200 mil millones de dólares anuales para los próximos 25 años. Pero actualmente se está profundizando la brecha entre las crecientes responsabilidades de los gobiernos locales y los pocos recursos con los que éstas cuentan, particularmente en las regiones en desarrollo (menos del 5% del gasto público en África y Medio Oriente y menos del 10-15% en la mayoría de los países de América Latina y Asia).

22. Sin un cambio radical en las formas de financiar a los gobiernos locales, el mundo se enfrentará a crisis sociales y ecológicas de gran magnitud. Se debe impulsar una verdadera reforma de los sistemas de financiamiento locales, para dotar a los gobiernos locales de los recursos suficientes, estables y regulares que les permitan asumir sus responsabilidades y que garanticen el cumplimiento de los ODM. El sector financiero, particularmente las instituciones financieras especializadas en dar crédito a los gobiernos locales también deberán adaptar sus estrategias a las necesidades de los gobiernos locales. En acuerdo con la Declaración de Paris, hacemos un llamado para una gestión más eficiente y transparente de la ayuda al desarrollo. Los procedimientos deben ser simplificados y se debe facilitar la implicación de los gobiernos locales en la concepción y la implementación de los instrumentos que les conciernen.

23. Proponemos que al menos 20% del total de la Ayuda Pública al Desarrollo se dedique a los gobiernos locales, directamente o a través de los mecanismos de cooperación descentralizada. Se propone que un porcentaje similar de financiamiento resultante del ahorro realizado por los Estados gracias a la reducción de la deuda se utilice para contribuir a los presupuestos de los gobiernos locales en los países beneficiarios con el fin de ayudarlos a luchar contra la pobreza a través de iniciativas de desarrollo local.

24. Los gobiernos locales debemos mantener y fortalecer nuestras actividades de cooperación descentralizada y coordinarnos mejor con el conjunto de actores, tomando en consideración los acuerdos relativos a la eficacia de la ayuda (Declaración de París, 2005). Por su parte, los Estados deberán respetar sus promesas de incrementar la ayuda hasta el 0,7% del PIB, y prever en el marco de los acuerdos sobre la eficacia de la ayuda, la integración futura de los gobiernos locales en la definición de las estrategias nacionales de cooperación.

25. Seguimos comprometidos en la realización de los ODM en el 2015, para lo cual se debe:


§ Implementar los ODM a nivel local a través de planes locales de medio y largo plazo y con acciones que permitan involucrar a la población necesitada y a las organizaciones de la sociedad civil, favoreciendo la transparencia;
§ Compartir las experiencias de las ciudades y los gobiernos locales del Norte y del Sur en la implementación de los ODM a nivel local;
§ Desarrollar acciones de información ciudadana;
§ Reclamar a los gobiernos nacionales que cumplan con sus promesas;
§ Solicitar a los gobiernos de los países desarrollados de incrementar la Ayuda Pública para el Desarrollo hasta alcanzar el 0,7% del PIB, mejorar la calidad de la ayuda y los mecanismos de implementación.

26. Saludamos los progresos realizados para reconocer el papel de los gobiernos locales en la nueva política de ayuda al desarrollo de la Unión Europea, lo que confirma su compromiso a favor de la descentralización y la gobernabilidad local democrática expresada en el “Consenso Europeo para el Desarrollo”. Asimismo, saludamos la adopción por parte del Parlamento Europeo de la Resolución sobre “Los gobiernos locales y la cooperación para el desarrollo” que propone que un porcentaje significativo de la ayuda europea sea directamente administrada por los gobiernos locales.

27. Reafirmamos la necesidad de seguir avanzando en la descentralización fortaleciendo las competencias, capacidades y financiamiento de los gobiernos locales. Felicitamos de la adopción por parte de los Estados miembros de ONU-Hábitat de las Directrices sobre la descentralización y el fortalecimiento de los gobiernos locales, primer texto de referencia mundial que reconoce el papel de los gobiernos locales en la realización de una gobernabilidad democrática y en el desarrollo. Asimismo, saludamos el lanzamiento del Primer Informe Mundial de CGLU sobre la Descentralización y la Democracia Local como un instrumento esencial para el dialogo con los Estados y los organismos internacionales. Llamamos a ONU-Hábitat y a los gobiernos locales del mundo a difundir estos textos y obtener el apoyo de los Estados para que las Directrices sean reconocidas por la Asamblea General de Naciones Unidas y por las organizaciones regionales.

28. Nos comprometemos a impulsar el desarrollo de nuevos mecanismos de financiamiento para alcanzar las inversiones necesarias para el desarrollo de nuestros territorios a nivel local y regional. En este sentido, apoyamos el proyecto de crear un Banco de las Ciudades que fue aprobado por el Bureau Ejecutivo y desarrollado con el apoyo de la sección Metropolitana. Manifestamos nuestro deseo que este proyecto se finalice para que sea presentado en el 3er Congreso de CGLU en el 2010.

29. Congratulamos el fortalecimiento de la colaboración entre los gobiernos locales y el conjunto de organizaciones internacionales, particularmente con el Banco Mundial, Cities Alliance y los organismos y programas de Naciones Unidas, como el PNUD, con quien se firmó un acuerdo marco de cooperación en Jeju. Es muy importante que esta colaboración sirva para fortalecer la participación de los gobiernos locales en la definición de las estrategias y programas de los organismos internacionales en temas relativos a la gobernabilidad local, así como para el reconocimiento global del papel de los gobiernos locales en el seno del sistema de la ONU. Invitamos al conjunto de los gobiernos locales a velar por que se cumplan estos principios.

30. Los gobiernos locales deben gozar de un estatuto propio en el seno de Naciones Unidas a través del cual se reconozca su calidad como representantes democráticamente electos por los ciudadanos. Con el fin de alcanzar este objetivo, invitamos al conjunto de organizaciones de municipios y regiones del mundo a acercarse y avanzar en el esfuerzo unitario que dio lugar a la creación de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos, con el fin de fortalecer el lugar de los gobiernos locales en la gobernabilidad mundial.

Finalmente, saludamos los avances realizados en las relaciones entre el Norte y el Sur de Corea y felicitamos a quienes están impulsando el diálogo que, esperamos, desemboque en la reunificación de Corea. Apoyamos el trabajo de CGLU ASPAC e invitamos a la Federación de Ciudades de Corea del Norte a adherir a CGLU   y a proseguir el diálogo con nuestros miembros de la República de Corea.
Jeju, Republica de Corea, 31 de octubre 2007

FUENTE:



TOMADO: 04/05/2008



[1] NOTA DE LA AUTORA DESTACA QUE: LA POSICIÓN OFICIAL DEL GOBIERNO DE  LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA, ES ABSOLUTAMENTE, CONTRARIA  AL USO DE ESTE MECANISMO DEL “PROTOCOLO DE KYOTO”, ES DECIR, NO ESTA DE ACUERDO Y,  DE ESTA FORMA LO HA HECHO CONOCER EN MÚLTIPLES  FOROS INTERNACIONALES ASOCIADOS AL TEMA DEL “CAMBIO GLOBAL”….. EN EL SIGLO XXI Y MÁS ADELANTE.