Resumen de la Declaración de Rio+20
27 junio 2012
El futuro que queremos
I. Nuestra visión común.
Los Jefes de Estado y de Gobierno y los
representantes de alto nivel, habiéndose reunido en Río de Janeiro (Brasil)
entre el 20 y el 22 de junio de 2012, con la plena participación de la sociedad
civil, renovaron su compromiso a favor del desarrollo sostenible y de la
promoción de un futuro económico, social y ambientalmente sostenible para
nuestro planeta y para las generaciones presentes y futuras.
Se reconoció que la erradicación de la pobreza,
la modificación de las modalidades insostenibles y la promoción de modalidades
sostenibles de producción y consumo, la protección y ordenación de la base de
recursos naturales del desarrollo económico, social y humano, la promoción de un
crecimiento sostenido, inclusivo y equitativo, la protección del medio ambiente,
el respeto a los derechos humanos y el fortalecimiento de la cooperación
internacional son objetivos y requisitos generales del desarrollo
sostenible.
II. Renovación del compromiso político.
Reafirmando los principios de Río y los planes de
acción anteriores, se buscó revitalizar la voluntad política y elevar el nivel
de compromiso internacional para hacer avanzar la agenda de desarrollo
sostenible, resolviendo adoptar medidas concretas que aceleren la puesta en
práctica de los compromisos con importantes objetivos acordados
internacionalmente en materia económica, social y ambiental desde 1992.
Se reconoció que en los 20 años trascurridos
desde la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo de 1992 los avances han sido desiguales e insuficientes, incluso en
lo que respecta al desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza. A
pesar de los ejemplos de progreso en materia de desarrollo sostenible en los
planos regional, nacional, subnacional y local, se subrayó que sigue siendo
necesario un entorno propicio nacional e internacional, así como una cooperación
internacional ininterrumpida y reforzada, especialmente en las en las esferas de
las finanzas, la deuda, el comercio y la transferencia de tecnología según lo
acordado mutuamente, y de la innovación, el espíritu de empresa, la creación de
capacidad, la transparencia y la rendición de cuentas.
Asimismo, se reconoció la importancia de que
todas las instancias pertinentes encargadas de adoptar decisiones participen en
la planificación y la aplicación de políticas de desarrollo sostenible. Se
reafirmó el papel fundamental que desempeñan los órganos legislativos y de
gobierno a todos los niveles, recalcando también que la participación amplia del
público, el acceso a la información y los procesos administrativos y judiciales
son esenciales en la adopción del desarrollo sostenible; por lo que destaca la
participación activa de los grupos principales como los miembros de la sociedad
civil, el sector privado, las comunidades científica y tecnológica, los pueblos
indígenas, las mujeres, los agricultores, los jóvenes, los trabajadores y los
sindicatos, las organizaciones no gubernamentales y otros interesados en el
proceso de toma de decisiones.
III. La
economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la
pobreza.
Se considero que la economía verde en el contexto
del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza es uno de los
instrumentos más importantes disponibles para lograr el desarrollo sostenible y
que podría ofrecer alternativas en cuanto a formulación de políticas, pero no
debería consistir en un conjunto de normas rígidas, por lo que cada país puede
elegir un enfoque apropiado de conformidad con los planes, estrategias y modelos
e instrumentos en función de sus circunstancias y prioridades nacionales.
Así, la economía verde debe de aumentar la
inclusión social, mejorar el bienestar humano y crear oportunidades de empleo y
trabajo decente para todos, manteniendo al mismo tiempo el funcionamiento
saludable de los ecosistemas de la Tierra. De esa forma, en Río se reconoció que
la adopción de medidas urgentes en relación con las modalidades insostenibles de
producción y consumo, cuando ocurran, sigue siendo fundamental para ocuparse de
la sostenibilidad ambiental y promover la conservación y el uso sostenible de la
diversidad biológica y los ecosistemas, la regeneración de los recursos
naturales y la promoción de un crecimiento mundial inclusivo y equitativo.
Por ello, se declaró que es necesario que se
tomen en cuentan las oportunidades y los desafíos, así como los costos y los
beneficios, de las políticas de la economía verde, por lo que se debe de
promover el intercambio de conocimientos, la cooperación técnica y la creación
de capacidad. Tomando en cuenta la importancia de evaluar todos los factores
sociales, ambientales y económicos y alentando su integración en el proceso de
adopción de decisiones, la aplicación de una combinación de medidas a nivel
nacional y en consonancia con las obligaciones contraídas en virtud de acuerdos
internacionales, incluidas medidas reguladoras, voluntarias y de otra índole,
podría promover la economía verde en el contexto del desarrollo sostenible y la
erradicación de la pobreza.
Así, corresponde al sistema de Naciones Unidas,
en colaboración con los donantes y las organizaciones internacionales
pertinentes, realizar funciones de coordinación e información en lo que respecta
a la asignación de apoyo a los países interesados, al conjunto de instrumentos o
mejores prácticas para la aplicación de políticas sobre economía verde y a las
metodologías que evalúen el funcionamiento de éstos. Asimismo, se reconoció la
función de liderazgo de los gobiernos en la formulación de políticas y
estrategias, y se invitó a las empresas, industrias, cooperativas, microempresas
y alianzas entre el sector público y privado a que contribuyan al desarrollo
sostenible.
IV. Marco
institucional para el desarrollo sostenible.
Subrayamos la importancia de fortalecer el marco
institucional como medio para el desarrollo sostenible a fin de que responda de
forma coherente y eficaz a los desafíos actuales y futuros y reduzca las lagunas
en la ejecución de la agenda de desarrollo sostenible. Por ello, éste debería
integrar las tres dimensiones del desarrollo sostenible de manera equilibrada y
mejorar la aplicación de medidas, entre otras cosas, fortaleciendo la
coherencia, la inclusión, la transparencia y la eficacia, coordinando las
actividades, evitando la duplicación de esfuerzos, examinando los progresos
realizados en la consecución del desarrollo sostenible, y encontrando soluciones
comunes para los problemas mundiales relacionados con el desarrollo
sostenible.
Así, el marco institucional se basará en un enfoque orientado hacia la
obtención de resultados teniendo debidamente en cuenta todas las cuestiones
intersectoriales pertinentes con el fin de contribuir a llevar a efecto el
desarrollo sostenible y subrayará la importancia de los vínculos entre
cuestiones y problemas fundamentales y la necesidad de afrontarlos con un
enfoque sistemático en todos los niveles pertinentes.
Se buscó el fortalecimiento de los mecanismos
intergubernamentales de desarrollo sostenible, reconociendo la importancia vital
de contar con un sistema multilateral eficaz, inclusivo, transparente, reformado
y fortalecido a fin de abordar mejor los problemas mundiales urgentes que
obstaculizan el desarrollo sostenible, reconociendo la universalidad y el papel
central de las Naciones Unidas, así como la importancia de fortalecer la
coherencia y coordinación en todos los organismos de éstas.
Se decidió establecer un foro político de alto
nivel de carácter intergubernamental y universal que aproveche las experiencias,
los recursos y las modalidades de participación inclusiva de la Comisión sobre
el Desarrollo Sostenible, y que posteriormente la reemplace. Éste vigilará la
aplicación de los planes de desarrollo sostenible y debería evitar la
superposición de tareas entre las estructuras, los órganos y las entidades de
una manera eficaz en función de los costos.
Este foro proporcionará liderazgo político,
orientación y recomendaciones; mejorará la integración de las tres dimensiones
del desarrollo sostenible de manera global e intersectorial en todos los
niveles; proporcionará una plataforma dinámica para un diálogo periódico y para
la evaluación y elaboración de programas que promuevan el desarrollo sostenible;
examinará los progresos realizados en el cumplimiento de los compromisos;
mejorará la cooperación y la coordinación de políticas y programas; y tendrá
una agenda específica, dinámica y orientada a la acción que tenga debidamente en
cuenta los nuevos problemas relacionados con el desarrollo sostenible.
Se reafirmó la necesidad de fortalecer la gobernanza ambiental internacional
en el marco institucional para el desarrollo sostenible, a fin de promover la
integración equilibrada de las dimensiones económica, social y ambiental del
desarrollo sostenible. Por ello, los Estados se comprometieron a fortalecer la
función del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) como
principal autoridad ambiental mundial que establece las actividades mundiales en
pro del medio ambiente, y se subrayaron la necesidad de seguir examinando
periódicamente el entorno cambiante de la Tierra y sus efectos sobre el
bienestar de los seres humanos, acogiendo iniciativas como el proceso de los
informes “Perspectivas del Medio Ambiente Mundial”, cuyo objetivo es reunir
información y evaluaciones del medio ambiente y fomentar la capacidad nacional y
regional para apoyar la adopción de decisiones informadas.
Se reconoció que el desarrollo sostenible debería incorporarse en las
actividades de los programas, fondos y organismos especializados de las Naciones
Unidas, otras entidades pertinentes como las instituciones financieras
internacionales y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y
Desarrollo (UNCTAD). Por ello, se reafirmó la importancia de ampliar y
fortalecer la participación de los países en desarrollo en los procesos
internacionales de adopción de decisiones y establecimiento de normas, tomando
nota de las recientes e importantes decisiones adoptadas en relación con la
reforma de las estructuras de gobernanza, las cuotas y los derechos de voto de
las instituciones de Bretton Woods, que incrementan la influencia y la
participación de los países en desarrollo.
Asimismo, se alentó a las autoridades regionales,
nacionales, subnacionales y locales a que elaboren estrategias de desarrollo
sostenible y las utilicen como principales instrumentos para orientar la
adopción de decisiones y las actividades de desarrollo sostenible a todos los
niveles, promoviendo el acceso a la información, la participación del público en
la adopción de decisiones y el acceso a la justicia en asuntos
ambientales.
V. Marco para la acción y el
seguimiento.
Para renovar el compromiso político en favor del
desarrollo sostenible, y para abordar los temas de la economía verde en el
contexto del desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza y del marco
institucional para el desarrollo sostenible, los Estados se comprometieron a
afrontar los problemas nuevos y aprovechar las nuevas oportunidades mediante la
adopción de las medidas enunciadas en diferentes esferas temáticas y cuestiones
intersectoriales.
En materia de erradicación de la pobreza se
reconoció que los progresos han sido uniformes y que el número de personas que
viven en la pobreza va en aumento, constituyendo las mujeres y los niños la
mayoría de los grupos más afectados, especialmente en los países menos
adelantados y, en particular, en África. A este respecto, se puso de relieve que
las iniciativas nacionales de los países en desarrollo deberían apoyarse en un
entorno que contribuya a ampliar las oportunidades de desarrollo de esos países,
haciendo frente a las causas profundas y a los desafíos de la pobreza mediante
estrategias integradas, coordinadas y coherentes en todos los niveles. Por ello,
se reconoció que promover el acceso universal a los servicios sociales puede
contribuir de manera importante a la consolidación de los beneficios ya logrados
en materia de desarrollo y al logro de otros nuevos.
Se reconoció que la seguridad alimentaria y la
nutrición se han convertido en un desafío mundial apremiante, por lo que se
reafirmó el compromiso de aumentar la seguridad alimentaria y el acceso de las
generaciones actuales y futuras a alimentos suficientes, sanos y nutritivos. De
igual forma, se reconoció el papel importante que las comunidades rurales
desempeñan en el desarrollo económico de muchos países, pues gran parte de los
pobres del mundo habitan estas zonas. Por ello se consideró necesario
revitalizar los sectores de la agricultura y el desarrollo rural y aumentar el
acceso de los productores agrícolas, las agricultoras, los indígenas y las
personas que se encuentran en situaciones vulnerables, a créditos y otros
servicios financieros, mercados, regímenes seguros de tenencia de la tierra,
atención de la salud, servicios sociales, educación, capacitación,
conocimientos, y tecnologías apropiadas y asequibles, en particular para el
regadío eficaz, la reutilización del agua residual tratada y la captación y el
almacenamiento de agua.
De esta forma, se reafirmó la necesidad de
promover una agricultura más sustentable que mejore la seguridad alimentaria,
erradique el hambre y sea económicamente viable, conservando a la vez los
ecosistemas. Destacó también la necesidad de abordar las causas fundamentales
de la excesiva inestabilidad de los precios de los alimentos, incluidas sus
causas estructurales, en todos los niveles, y de gestionar los riesgos derivados
del alza de los precios de los productos básicos agrícolas y sus consecuencias
para la seguridad alimentaria y la nutrición a nivel mundial, así como para los
pequeños agricultores y los pobres de las zonas urbanas.
En lo referente al agua y saneamiento, se
reconoció que el agua está estrechamente vinculada a diversos desafíos mundiales
por lo que es importante integrar los recursos hídricos y su saneamiento en las
tres dimensiones del desarrollo sostenible. Por ello, se reafirmó el compromiso
de reducir a la mitad, para el año 2015, el porcentaje de personas que carezcan
de acceso al agua potable y al saneamiento básico y de elaborar planes de
gestión integrada y aprovechamiento eficiente de los recursos hídricos,
asegurando el uso sostenible de esos recursos. Además, se reafirmó un
compromiso relativo al derecho humano al agua potable y el saneamiento, que ha
de hacerse efectivo gradualmente respetando la soberanía nacional. Finalmente,
se subrayo la necesidad de adoptar medidas para reducir la contaminación del
aguay mejorar su calidad y para hacer frente a inundaciones, sequías y escasez
de agua, mediante un equilibro entre el suministro y la demanda y mejoras en el
tratamiento de aguas residuales.
En materia de energía, se reconoció que el acceso
a servicios energéticos modernos y sostenibles contribuye a erradicar la
pobreza, mejorar la salud y satisfacer las necesidades humanas básicas. Por
ello, los Estados se comprometieron a facilitar la prestación de apoyo para que
obtengan acceso a esos servicios los 1.400 millones de personas de todo el mundo
que actualmente no disponen de ellos. Se consideró necesario movilizar recursos
financieros suficientes, de manera que en los países en desarrollo se puedan
proporcionar servicios de ese tipo que sean fiables, de costo razonable,
económicamente viables y social y ambientalmente aceptables. Asimismo, se
promovió uso de fuentes de energía renovables y otras tecnologías de bajas
emisiones, el uso más eficiente de la energía, la mayor utilización de
tecnologías energéticas avanzadas, incluidas tecnologías menos contaminantes de
aprovechamiento de los combustibles fósiles, y el uso sostenible de los recursos
energéticos tradicionales; reconociendo también que mejorar la eficiencia
energética, aumentar la proporción de energía renovable y usar tecnologías menos
contaminantes y de alto rendimiento energético son elementos importantes para el
desarrollo sostenible, incluso para hacer frente al cambio climático.
Se observó la necesidad de apoyar las actividades
de turismo sostenible y la creación de capacidad que permitan crear conciencia
ambiental, conservar y proteger el medio ambiente, respetar la diversidad
cultural y aumentar el bienestar y mejorar los medios de vida de las comunidades
locales apoyando a las economías locales y el medio humano y natural en su
conjunto, lo que al tener estrechos vínculos con otros sectores puede crear
empleo decente y generar oportunidades comerciales. Por ello, se considera
necesario fomentar las inversiones en el turismo sostenible, incluyendo el
ecoturismo y el turismo cultural.
Posteriormente, se reconoció que el transporte sostenible puede intensificar
el crecimiento económico y mejorar el acceso, mejorando la integración de la
economía y a la vez respetando el medio ambiente. Así, la circulación eficiente
de personas y mercancías y el acceso a sistemas de transporte ambientalmente
racionales, seguros y asequibles son medios para mejorar la equidad social, la
salud, la resiliencia de las ciudades, los vínculos entre las zonas urbanas y
las rurales y la productividad de las zonas rurales. Por ello, los Estados
apoyaron el desarrollo de sistemas de transporte sostenibles, entre ellos
sistemas de transporte multimodal que sean eficientes energéticamente, en
particular de transporte público, combustibles y vehículos no contaminantes, así
como sistemas de transporte mejorados en las zonas rurales.
También se reconoció la necesidad de aplicar un
enfoque holístico del desarrollo urbano y los asentamientos humanos que prevea
viviendas e infraestructuras asequibles y priorice la mejora de los barrios
marginales y la renovación urbana. Por ello, los Estados se comprometieron a
promover un enfoque integrado de la planificación y construcción de ciudades y
asentamientos urbanos sostenibles, desarrollando la prestación de servicios
sociales y de vivienda inclusivos, condiciones de vida seguras y saludables,
transporte y energía asequibles y sostenibles, agua potable y saneamiento, una
buena calidad del aire, protección y restablecimiento de espacios urbanos verdes
y seguros, u la gestión sostenible de desechos mediante la aplicación del
principio de las “3 erres” (reducción, reutilización y reciclado).
En materia de salud y población, se observó la
importancia de una cobertura sanitaria universal para fomentar la salud, la
cohesión social y el desarrollo humano y económico sostenibles., por lo que los
Estados se comprometieron a reforzar los sistemas de salud para proporcionar una
cobertura universal equitativa. Para ello, se pidió una mayor cooperación a
nivel nacional e internacional para reforzar los sistemas de salud mediante una
mayor financiación de la sanidad, la contratación, desarrollo, capacitación y
retención del personal sanitario, una mejor distribución y acceso a fármacos,
vacunas y tecnologías médicas seguros, asequibles, efectivos y de calidad y una
mejor infraestructura de salud.
Asimismo, se buscó la promoción del empleo pleno
y productivo, de un trabajo decente para todos y de protección social, mediante
la inversión y el desarrollo de infraestructuras sociales y económicas sólidas,
efectivas y eficientes y capacidades de producción para lograr el desarrollo
sostenible y un crecimiento económico sostenido, inclusivo y equitativo. Con
ello, se reconoció que los trabajadores deberían tener acceso a la educación,
las capacidades, los cuidados de salud, la seguridad social, los derechos
fundamentales en el trabajo, las protecciones sociales y jurídicas, incluida la
seguridad y la salud en el trabajo, y oportunidades de trabajo decente.
Se destacó la importancia de la conservación y
uso sostenible de los océanos y mares y sus recursos para el desarrollo
sostenible, en particular mediante su contribución a la erradicación de la
pobreza, el desarrollo económico sostenido, la seguridad alimentaria, la
creación de medios de vida sostenibles y trabajo decente, y al mismo tiempo, la
protección de la biodiversidad y el medio marino y las medidas para hacer frente
a los efectos del cambio climático. Se observó que el aumento del nivel del mar
y la erosión costera suponen una seria amenaza para muchas regiones costeras e
islas, por lo que se exhortó a la comunidad internacional a que aumente sus
esfuerzos por hacer frente a esos problemas. Asimismo, se promovieron medidas
para evitar la acidificación y fertilización de los océanos y para restaurar las
poblaciones de peces y proteger los ecosistemas marinos.
En lo referente a los pequeños Estados insulares
en desarrollo, se reafirmó que los pequeños Estados insulares en desarrollo
siguen constituyendo un caso especial para el desarrollo sostenible debido a sus
vulnerabilidades únicas y particulares, entre ellas su pequeño tamaño, el
alejamiento, la limitada base de recursos y exportaciones y la susceptibilidad a
los problemas ambientales mundiales y las conmociones económicas externas,
incluyendo una amplia gama de efectos del cambio climático y desastres naturales
potencialmente más frecuentes e intensos. Por ello se pide a los Estados a que
brinden asistencia a éstos para que puedan hacer frente a los muchos desafíos
actuales y emergentes a que se enfrentan para lograr el desarrollo
sostenible.
En cuanto a los países menos adelantados, se
busca lograr que la mitad de los éstos cumplan los criterios para quedar
excluidos de la lista de países menos adelantados para 2020. Por otro lado, se
busca construir, mantener y mejorar las instalaciones de transporte y
almacenamiento y otros servicios relacionados con el tránsito, incluso para
encontrar rutas alternativas, concluir las conexiones que falten y mejorar la
infraestructura de comunicaciones y energía a fin de apoyar el desarrollo
sostenible de los países menos adelantados sin litoral.
Asimismo, se subrayó que siguen existiendo
problemas importantes para lograr el desarrollo sostenible de África, por lo que
se exhortó a la comunidad internacional a que aumente su apoyo y cumpla los
compromisos para promover medidas en esferas fundamentales para el desarrollo
sostenible del continente. Por otro lado, se alentó a que se emprendan medidas
regionales coordinadas para promover el desarrollo sostenible.
Posteriormente, se abordó la necesidad de abordar
la reducción del riesgo de desastres y el aumento de la
resiliencia ante los desastres con un renovado sentido de urgencia en el
contexto del desarrollo sostenible, para lo que se invitó a los gobiernos a
todos los niveles, así como a las organizaciones subregionales, regionales e
internacionales, a que comprometan recursos adecuados, oportunos y predecibles
para la reducción del riesgo de desastres a fin de aumentar la resiliencia de
las ciudades y las comunidades ante los desastres, según sus propias
circunstancias y capacidades. También se reconoció la importancia de los
sistemas de alerta temprana como parte de una reducción efectiva del riesgo de
desastres para reducir los daños económicos y sociales, incluida la pérdida de
vidas humanas, por lo que se alentó a los Estados a que integren esos sistemas
en sus estrategias y planes nacionales de reducción del riesgo de desastres.
De la misma forma, se reafirmó que el
cambio climático es uno de los mayores problemas de nuestro
tiempo. En este sentido, se subrayó que la adaptación al cambio climático
representa una prioridad mundial inmediata y urgente. Para ello, es necesaria la
cooperación más amplia posible y la participación de todos para acelerar la
reducción de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, así como
movilizar financiación para apoyar medidas de mitigación nacionales apropiadas,
medidas de adaptación, desarrollo y transferencia de tecnologías y aumento de la
capacidad en los países en desarrollo.
Se resaltaron los beneficios sociales, económicos
y ambientales que tiene los bosques para las personas, por lo que se apoyaron
las políticas intersectoriales e interinstitucionales que promuevan la
ordenación sostenible de los bosques. Asimismo, se pidieron
mayores esfuerzos para lograr la ordenación sostenible de los bosques, la
reforestación, la restauración y la forestación. Por ello, se observó la
importancia de iniciativas en curso como la reducción de las emisiones derivadas
de la deforestación y la degradación de los bosques en los países en desarrollo,
y el papel de la conservación, la ordenación sostenible de los bosques y el
aumento de las reservas forestales de carbono en los países en desarrollo.
También se reconoció la gravedad de la pérdida mundial de
biodiversidad y la degradación de los ecosistemas, reafirmando
el valor intrínseco de la diversidad biológica y el papel primordial que
desempeña en el mantenimiento de ecosistemas que prestan servicios esenciales,
por lo que es importante consolidar la resiliencia de los ecosistemas e
incorporar la consideración de los efectos y beneficios socioeconómicos de la
conservación y uso sostenible de la biodiversidad y sus componentes, así como
los ecosistemas que proporcionan servicios esenciales, en los programas y
políticas pertinentes a todos los niveles.
Destacó también que la desertificación,
la degradación de la tierra y la sequía son problemas con una dimensión
mundial que siguen suponiendo un serio desafío para el desarrollo sostenible de
todos los países, en particular los países en desarrollo. Por ello, se consideró
necesario tomar medidas coordinadas urgentes a nivel nacional, regional e
internacional para vigilar, globalmente, la degradación del suelo y restaurar
tierras.
Re reconoció la importancia y la vulnerabilidad
de los ecosistemas montañosos, por lo que se invitó a hacer más
esfuerzos para conservarlos, incluida su biodiversidad, especialmente mediante
la incorporación de políticas específicas para las montañas en las estrategias
nacionales de desarrollo sostenible, que podrían incluir, entre otras cosas,
planes y programas de reducción de la pobreza en las zonas montañosas, en
especial en los países en desarrollo.
Asimismo, se reconoció que una gestión racional
de los productos químicos es fundamental para la protección de la salud humana y
el medio ambiente. Por ello, se reafirmó el objetivo de conseguir para 2020 una
gestión racional de los productos químicos durante todo su período de actividad
y de los desechos peligrosos de manera que se minimicen los efectos adversos
significativos en la salud humana y el medio ambiente, así como el compromiso
de un enfoque para la gestión racional de los productos químicos y los
desechos a todos los niveles que responda de manera efectiva,
eficiente, coherente y coordinada a las cuestiones y problemas nuevos y
emergentes.
Se subrayó que indispensable lograr cambios
fundamentales en la manera en que las sociedades consumen y producen para lograr
el desarrollo sostenible mundial. Así, los países reafirman los compromisos
realizados para eliminar los subsidios perjudiciales e ineficientes a los
combustibles fósiles que alientan a un consumo derrochador y socavan el
desarrollo sostenible. Para ello, se adoptó el marco decenal de programas sobre
modalidades de consumo y producción sostenibles.
Así como se reconoció el papel de la
minería en el desarrollo económico y social, también se
reafirmó que las actividades mineras deben aumentar al máximo los beneficios
sociales y económicos y abordar de manera efectiva los efectos negativos
ambientales y sociales. En este sentido, se subrayó que los gobiernos necesitan
una gran capacidad para desarrollar, gestionar y reglamentar sus industrias
mineras en interés del desarrollo sostenible.
Los Estados también reafirmaron su compromiso con
el derecho a la educación, buscando lograr el acceso universal
a la educación primaria, especialmente en los países en desarrollo. Como
condiciones esenciales del desarrollo sostenible se encuentran una educación de
calidad, la igualdad de acceso a la educación para los pueblos indígenas, las
personas con discapacidad, las minorías étnicas, las comunidades locales y las
personas que viven en zonas rurales. Para ello es necesario mejorar los sistemas
educativos, especialmente a través de una mayor cooperación internacional, la
consolidación y fortalecimiento de la infraestructura educativa y el aumento de
la inversión en educación.
Finalmente, se reconoció que la persistencia de
las desigualdades sociales, económicas y políticas no ha permitido aprovechar
plenamente el potencial de las mujeres para colaborar con el desarrollo
sostenible, por lo que se apoyó la priorización de medidas para promover la
igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres en todas las
esferas de nuestras sociedades, incluida la eliminación de las barreras para su
participación plena y en pie de igualdad en la toma de decisiones y la gestión a
todos los niveles.
Por ello, se consideró necesaria la formulación
de objetivos para la puesta en marcha de medidas concretas y coherentes sobre el
desarrollo sostenible, basados en el Programa 21 y en el Plan de Aplicación de
las Decisiones de Johannesburgo y que respeten todos los Principios de Río y los
Objetivos de Desarrollo de Milenio. Éstos deben ajustarse al derecho
internacional, basarse en compromisos ya contraídos y estar orientados a la
acción. A su vez, éstos deben ser ambiciosos, tener un carácter global y ser
universalmente aplicables a todos los países, teniendo en cuenta las diferentes
realidades, capacidades y niveles de desarrollo nacionales y respetando las
políticas y prioridades nacionales.
VI. Medios de ejecución.
Los medios de ejecución señalados en anteriores
compromisos ya contraídos son indispensables para lograr que los compromisos de
desarrollo sostenible se traduzcan de manera plena y efectiva en resultados
tangibles de desarrollo sostenible. Asimismo, se reiteró que cada país debe de
asumir la responsabilidad de su propio desarrollo económico y social a través de
políticas nacionales, recursos internos y estrategias de desarrollo. Sin
embargo, países en desarrollo necesitan recursos adicionales para alcanzar el
desarrollo sostenible, por lo que es necesaria la movilización de recursos y el
uso eficaz de los fondos.
En primer lugar, se exhortó a todos los países a
que prioricen el desarrollo sostenible en la asignación de recursos según las
prioridades y necesidades nacionales, reconociendo la importancia fundamental de
aumentar el apoyo financiero de todas las fuentes para el desarrollo sostenible
de todos los países, en particular los países en desarrollo. Por ello, se
reconoció la importancia de los mecanismos financieros internacionales,
regionales y nacionales para implementar programas de desarrollo sostenible, y
se pidió su fortalecimiento e implementación.
Se convino en establecer un proceso
intergubernamental bajo los auspicios de la Asamblea General, con el apoyo
técnico del sistema de las Naciones Unidas y en consulta amplia y abierta con
las instituciones financieras internacionales y regionales pertinentes. El
proceso evaluará las necesidades de financiación, tendrá en cuenta la eficacia,
la coherencia y las sinergias de los instrumentos y marcos existentes y evaluará
las iniciativas adicionales, con miras a preparar un informe en que se propongan
opciones sobre una estrategia efectiva de financiación para el desarrollo
sostenible a fin de facilitar la movilización de recursos y su aprovechamiento
efectivo en la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible. Pondrá en
marcha este proceso un comité intergubernamental, integrado por 30 expertos
designados por los grupos regionales, con una representación geográfica
equitativa, cuya labor concluirá en 2014.
Se buscó mejorar y ampliar la repercusión del AOD
en el desarrollo y se reiteró el apoyo a la cooperación Norte-Sur, Sur-Sur y a
la cooperación triangular. Se invitó a instituciones financieras
internacionales a que proporcionen recursos financieros para promover el
desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza; así como al sector
privado a contribuir al crecimiento económico y promover el desarrollo
sostenible. Finalmente, se consideró que los mecanismos de financiación
innovadores pueden contribuir positivamente a ayudar a los países en desarrollo
a movilizar recursos adicionales para financiar el desarrollo con carácter
voluntario.
También se hizo hincapié en la importancia de la
transferencia de tecnología a los países en desarrollo, haciendo un llamamiento
para promover, facilitar y financiar el acceso a las tecnologías ambientalmente
racionales y los conocimientos especializados correspondientes, así como su
desarrollo, transferencia y difusión en condiciones favorables, inclusive en
condiciones de favor y preferenciales, según arreglos mutuamente convenidos.
Ello reconoció la importancia de la inversión extranjera directa, el comercio
internacional, la cooperación internacional y el fortalecimiento de la capacidad
científica y tecnológica nacional.
Se recalcó la necesidad de crear una mayor
capacidad para el desarrollo sostenible y, en este sentido, se pidió el
fortalecimiento de la cooperación técnica y científica, incluidas la cooperación
Norte-Sur y Sur-Sur y la cooperación triangular. Ello reiteró la importancia de
desarrollar los recursos humanos, incluidos la formación, el intercambio de
experiencias y conocimientos, la transferencia de conocimientos y la asistencia
técnica para la creación de capacidad, lo que implica fortalecer la capacidad
institucional, incluidas las capacidades de planificación, gestión y
supervisión.
También se reafirmó que el comercio internacional
potencia el desarrollo y el crecimiento económico sostenido, por lo que un
sistema comercial multilateral universal, reglamentado, abierto, no
discriminatorio y equitativo, a través de la liberalización del comercio y la
eliminación de subsidios perjudiciales, beneficia a todos los países para que
avancen hacia el desarrollo sostenible.
Finalmente, se invita al Secretario General de
Naciones Unidas para que recopile los compromisos asumidos voluntariamente en la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible y en 2012 y
facilite el acceso a otros registros similares en un registro en Internet,
proveyendo de información transparente y accesible al público, actualizada
periódicamente
Fuente: http://www.cemda.org.mx/06/resumen-de-la-declaracion-de-rio20/
Fecha: Tomado en línea el 21 de septiembre de 2013
PARA SABER MÁS
https://rio20.un.org/sites/rio20.un.org/files/a-conf.216-l-1_spanish.pdf.pdf
http://www.un.org/es/sustainablefuture/
http://www.un.org/es/sustainablefuture/about.shtml
http://www.azulambientalistas.org/riomas20.html
http://www.oitcinterfor.org/evento/documento-final-conferencia-r%C3%ADo20-conferencia-naciones-unidas-sobre-desarrollo-sustentable
http://www.un.org/es/sustainablefuture/
http://www.un.org/es/sustainablefuture/about.shtml
http://www.azulambientalistas.org/riomas20.html
http://www.oitcinterfor.org/evento/documento-final-conferencia-r%C3%ADo20-conferencia-naciones-unidas-sobre-desarrollo-sustentable